¿Qué podemos comer para reducir la grasa abdominal?

La grasa abdominal quizá sea una de las cosas que más preocupan a la hora de perder algunos kilos y en realidad no es para menos. El exceso de grasa en el abdomen no solo juega un papel estético, también puede suponer algún riesgo para la salud. Normalmente es el abdomen dónde más grasa se acumula. La clave está en controlar e intentar evitar que la cosa se exceda.

Parece un tópico pero es necesario mantener una vida activa, en la que esté presente el deporte. Y, por supuesto, llevar una dieta sana y equilibrada.

Evita en la medida de lo posible las comidas ya preparadas, los fritos y las grasas saturadas; y apuesta por ingredientes que ayuden a combatir el exceso de grasa abdominal, como estos:

El salmón

El salmón es la fuente inagotable por excelencia del Omega 3, un tipo de grasa insaturada que acelera el metabolismo y evita que la grasa corporal se acumule en el abdomen. Esto ocurre porque mantiene el cuerpo más activo.

El aceite de oliva

Es uno de los alimentos estrella de nuestra dieta mediterránea. Lo añadimos a la mayoría de nuestros platos ¡y no es para menos! Destaca por favorecer la absorción de los nutrientes y disminuir el nivel del colesterol. Además es ideal para reducir los niveles de grasa corporal, incluida la abdominal.

Los frutos rojos

Los frutos rojos como las fresas, los arándanos, las moras, las frambuesas… son perfectos para reducir la grasa acumulada en la zona del abdomen. Contienen mucha agua en su composición y, además, tienen muy pocas calorías. Gracias a los flavonoides regulan los niveles de sodio del organismo y gracias a las antocianinas son capaces de reducir la asimilación de grasas y azúcares del organismo.

La avena

La avena es de esos alimentos mágicos que parece que van bien para todo. Pues para reducir la grasa del abdomen también, ¡no iba a ser menos! Es una fuente natural de proteínas y fibra que ayuda a reducir el colesterol y, también, a purificar la sangre. Además es capaz de atrapar las grasas y eliminar cualquier tipo de toxina del organismo. Da mucho juego a la hora de prepararla, y la puedes incorporar en cualquier momento del día, en cualquiera de tus comidas.

Los frutos secos

Las nueces y las almendras destacan por encima del resto de frutos secos. Las primeras son ricas en Omega 3, una grasa buena que ayuda a controlar hormonas como el cortisol, que hace que la grasa no se acumule en el cuerpo. Y, gracias a las segundas, es posible controlar el azúcar en sangre y acelerar el metabolismo. Si el metabolismo está activo, es mucho más fácil perder peso. Pero recuerda que los frutos secos requieren un consumo moderado, con un puñadito al día es suficiente.

Los cítricos

Los cítricos como el limón, el pomelo o la naranja son muy ricos en vitamina C, que hace que el organismo metabolice y procese la grasa de forma más rápida. También ayuda a disminuir el nivel de insulina, lo que evita los kilos de más.

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