Marmitako, judiones y cocido de verano murciano
Los platos calientes... son para el verano
¿Quién dice que el verano sólo es época de ensaladas y platos fríos? Repasamos la geografía española y nos topamos con ejemplos de recetas que, cuando el calor aprieta, en lugar de tirar por la zona fría se van hacia el lado caliente.
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Hay gente que ni en pleno verano abandonan los platos de cuchara. Y, ojo, no hablamos del gazpacho, sino de esa gente que se suben un fin de semana a Asturias y no perdonan el meterse entre pecho y espalda una fabada, aunque luego se sumerjan en un estado comatoso el resto del día. O esos titanes que, conduciendo por la meseta, se meten en un restaurante a hincarse una sopa castellana aunque acaben haciendo un Homer: es decir, comer y sudar al mismo tiempo. Vale, estos ejemplos no valen, pero sí que hay platos que se pueden disfrutar en verano y que se sirven calientes, calientes.
Igual que las bicicletas, el marmitako es para el verano. Aunque haya gente que pueda extrañarse ante esta afirmación, la realidad es que los vascos saben que la temporada del bonito del Cantábrico empieza a finales de junio. Y ése es el momento de comerlo. La receta es sencilla: caldo de pescado, el mejor bonito, patata, pimiento y un toque de pimentón… Ya que vamos a pasar frío, ¿por qué no disfrutar de este plato al más puro estilo donostiarra? Ponte un jersey marinero sobre los hombros, échate un vasito de txakoli, coge la cuchara y ¡a disfrutar!
Tan orgullosos están en La Granja de San Ildefonso de sus judiones, que no dejan de comerlos ni en verano. Con la meseta castellana ardiendo, esta localidad segoviana organiza una monumental judiada el día de San Luis… que se celebra nada más y nada menos que el 25 de agosto. En una olla se ponen mil kilos de judiones, acompañados de enormes cantidades de careta de cerdo, codillo, chorizo y morcilla. Toda una gastrobomba que seguro que se disfruta mejor con temperaturas más frescas. Al menos, evitaremos esa incómoda sensación de estar vigilando que no se nos caiga la gotita de sudor mientras nos metemos entre pecho y espalda un guiso de categoría.
Ojo al dato: en Murcia el termómetro marcó 26º de media el año pasado. Pues bien, en una de las regiones más sofocantes de España se muestran orgullosos de su cocido de verano, una receta de nombre contradictorio con garbanzos, carne, calabaza, bajocas (judías verdes), que se toma calentita, calentita. Para los valientes que pasen por allí, mucho ánimo: hará falta para pedir este plato sin miedo a desmayarse al quinto bocado. Pero no, no es que los murcianos estén locos y les guste sufrir cuchara en mano en agosto. La situación de este cocido en el calendario se debe a que coincide con la temporada de muchas de las verduras que lleva.
Estos son solo algunos ejemplos de platos de cuchara que se consumen en pleno verano. ¿Conocéis alguna otra receta caliente que se tome en estos meses?
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