¿Planeas un 'brunch' casero? Cinco maneras de preparar los huevos

1- Benedict. El clásico entre los clásicos en materia de 'brunch' son estos huevos que triunfan internacionalmente, y que domingo tras domingo se consumen en restaurantes de todo el mundo. Para hacerlos necesitamos un pan tipo muffin –aunque si no lo tenemos a mano siempre podemos recurrir a cualquier pan blando, sin corteza dura, que tengamos en casa–, jamón cocido o panceta (aunque últimamente se está popularizando su versión con salmón ahumado), huevos escalfados (uno sobre cada pan) y una salsa holandesa. Para elaborar la salsa, necesitamos zumo de limón, yemas de huevo, mantequilla, sal y pimienta. Calentamos el zumo y las yemas al baño maría (unas 4 yemas y dos limones) y poco a poco vamos añadiendo la mantequilla (200 g) hasta conseguir una salsa homogénea. Añadimos sobre los huevos y acompañamos de unos brotes verdes y unos tomatitos cherry cortados por la mitad. Desayunazo.

2- Revueltos. Es otro clásico del 'brunch', pero podemos añadirles algo de swing para que no nos sepan siempre a lo mismo. Langostinos, setas, salmón, sobrasada, espárragos... Mira qué tienes en la nevera y a partir de ahí diseña una original receta de huevos revueltos. Para que queden cremosos, es recomendable freírlos con mantequilla, añadir una pizca de crema de leche y no dejar de remover en ningún momento, siempre de fuera hacia dentro. Unos buenos huevos revueltos tienen que ser cremosos: nunca deben quedarnos secos y despedazados.

3- A la florentina. Otra receta que cada vez está más de moda en los locales de 'brunch' es esta combinación entre espinacas frescas, queso fundido y huevo, todos ellos derretidos al horno, y que se suele servir en cazuelas individuales de barro. Nada más resultón que este plato sencillísimo, que se prepara con espinacas al horno y una bechamel ligera. Se colocan en cazuelas individuales y se les añade encima un huevo, queso rallado (de calidad) y especias al gusto (sin pasarse). Se gratina la mezcla al horno y en pocos minutos tendremos unos señores huevos a la florentina ultraconsistentes y riquísimos. Pueden elaborarse también sobre un buen pan, sin necesidad de cazuelitas individuales.

4- Tostas verdes. El huevo escalfado siempre funciona en el 'brunch' (y en cualquier momento del día, en realidad) y una buena manera de presentarlo es combinándolo con verduras y hortalizas. Otro clásico de nuestros domingos de 'brunch' es la tosta, a poder ser elaborada con un buen pan integral, ligero, con láminas de aguacate, rúcula, tomate en daditos y un huevo escalfado por encima. Para aliñar, basta un buen chorro de aceite de oliva virgen extra, un toque de sal y alguna especia al gusto: ¡ya tendremos un plato ligero, nutricionalmente muy equilibrado, para un domingo cualquiera!

5- Huevos estrellados. Hay muchas más formas de cocinar con huevos, desde duros o rellenos a las clásicas recetas dulces, desde 'pancakes' a 'crêpes'. Pero no podía faltar en el listado esta receta propia, que está entre nosotros antes de que el 'brunch' anglosajón se pusiese de moda. Hablamos de los huevos estrellados, o, lo que es lo mismo, los huevos fritos de toda la vida en bien de aceite, que podemos acompañar de unas patatas fritas, de algo de ensalada o de lo que nos venga en gana. ¿Un truco para aligerar nuestros huevos estrellados? Prepararlos al horno. Quedan deliciosos, con la clara bien cuajada y la yema líquida.