PARAíSO ARROCERO CON VISTAS AL MAR
La Pepica: el mejor arroz de Valencia
Cuando la Generación del 98 escribía las letras de oro de la literatura española, La Pepica abría sus puertas modestamente: un barracón de madera de 6 metros a orillas del mar. Hoy es, sin lugar a dudas, el restaurante más visitado del puerto de Valencia.
Publicidad
La historia de La Pepica se remonta más de un siglo atrás, cuadro Josefa (Pepica) vendía bocadillos alrededor del puerto y empeñaba los manteles para poder dar comidas. Al poco tiempo Josefa pensó que en lugar de vender por el puerto se dedicaría a vender en su propio local, así que cuando se concedieron los barracones de la playa ella optó por uno y comenzó a llevar el restaurante. Su nombre quedó grabado y 116 años después La Pepica sigue abanderando la playa valenciana.
El boca a boca ha sido y es el ingrediente indiscutible del restaurante. El trato cercano y amigable ha creado una fidelidad con el cliente que se ha mantenido a lo largo de los años. Un ambiente distinto a otros restaurantes que hace regresar al comensal. Las visitas que han pasado por aquí han quedado inmortalizadas en las paredes. El cine, el toreo, el arte, el periodismo o el deporte han escrito la historia de La Pepica. La Casa Real o la Casa de Alba, Manolete, Vicente Blasco Ibáñez, Xavier Cugat y Abbelane, Richard Chamberlain, Andy McDowell tienen su rinconcito en la pared de La Pepica. Pero el mejor embajador de todos ha sido el mítico Ernest Hemingway, que dedicó unas palabras a La Pepica en su obra 'Un verano peligroso'.
Pero a pesar de haber recibido tantas personalidades aquí se atiende igual a unos que a otros. La mesa se personaliza a gusto del cliente pero el trato es el mismo para todos. Esto hace que este restaurante tenga ese aura especial que te hace sentirte como en casa.
Ésta es la tercera generación. Ahora están al mando Pepe, Amador, Rosita, Victoria y Juanita, que lo mejor que saben hacer es trabajar el restaurante con pasión. El truco para mantenerse en el candelero gastronómico es la dedicación y el amor con el que se han entregado a este restaurante. La pasión por la cocina local ha mantenido a La Pepica como faro de referencia en el puerto de Valencia, que ha visto pasar más de un siglo indemne e inamovible. Algunas modificaciones le han hecho ganar terreno al paseo marítimo, y hoy en día es el restaurante más grande de toda la playa.
Pero lo que no ha cambiado en absoluto es su esencia familiar y su estética tradicional de restaurante marinero que combina una espectacular vista al mar con una sencilla y acertada carta de cocina valenciana.
La clave está en el arroz. Un arroz que le hace un molino expresamente para ellos y que ha acertado con el punto de almidón que mejor va con el agua de Valencia.Después le siguen los productos de la tierra, hortalizas de la huerta que rodean toda la ciudad de Valencia y aquí tienen un sabor especial. Y los productos del mar; pescados y los mariscos que llegan cada mañana recogidos la noche anterior por una barca que solo trabaja para la cocina de La Pepica. Lenguados de playa, gambas del Mediterráneo, gallo, clochinas y tellinas de playa tan frescas que se convierten en los mejores aperitivos para abrir boca antes de la paella; el pan tostado al ajo, que lo sirven con tomate y ajoaceite, o calamares a la plancha, pescados esa misma noche.
La carta de La Pepica es tan sencilla como apetitosa. La especialidad es el arroz Pepica, (paella de marisco pelado). Se hizo por primera vez al pintor valenciano Joaquín Sorolla cuando visitó el restaurante acompañado de otros artistas. Josefa le preparó el arroz de siempre pero con el marisco pelado para evitar que se ensuciase. La visita de la Reina Sofía también hizo que se integrara otro arroz en la carta, ya que al ser vegetariana se le hizo una paella de verduras. Hoy se mantiene como una variedad más de las paellas de La Pepica.
Y es que esta cocina es especial en todos los sentidos. Situada en la entrada principal del restaurante y a la vista de todos, la cocina de La Pepica es un trasiego de camareros, fogones en llamas y alboroto. Un ir y venir de platos que a pesar de las carreras mantiene en un estudiado tráfico. Es digno de ver. El paso al comedor es por la cocina porque al ser un antiguo barracón no cabía en otra parte. Está a la vista sólo por espacio, pero la realidad es que es un gancho que atrae a muchos curiosos. La gente se extraña porque cree que entra equivocada por la cocina. Es un espectáculo sin trampa ni cartón. La cocina de La Pepica y su sabroso arroz, las vistas al mar, el sol y el buen ambiente son el mejor atractivo de un restaurante que va camino de sus 120 años de historia.
Más información:
La Pepica
Passeig de Neptú, 6 (València)
Tel. 963 710 366
Publicidad