Los 10 momentazos del primer programa de 'Top Chef'

El alginato, el corte en el dedo, el carpaccio-ceviche... Hubo mil momentos para el recuerdo en el arranque de 'Top Chef'. Aquí van nuestros diez. ¿Cuáles son los vuestros?

1- “Hola, soy Irina, me he colocado una serie de pompones en la coleta, Martín Berasategui opina que cocino como los dioses y pese a que tú me digas que haga un carpaccio yo voy a hacer un ceviche, porque soy peruana, el ceviche está de moda y qué me importa a mí lo que me mandes tú. Venga, hasta luego”. Este fue el planteamiento de la grandísima concursante peruana de 49 años que tenía todos los números para estar dentro y, sin embargo, en un giro de guión que aplaudimos porque demuestra que este 'Top Chef' es de todo menos previsible, está de patitas en la calle por hacer caso omiso de las instrucciones del jurado. Y eso que desde el principio la veíamos dentro: mujer, de cierta edad, saladísima y peruana, ingredientes perfectos que sin embargo no la libraron de que Chicote –al que Irina recordó, zalamera, que estaba buscando novio– la invitas a irse.

2- La pareja Chicote-Ágata Ruiz de la Prada continúa revolucionando el panorama textil vinculado al mundo de la hostelería y la restauración. Y lo cierto es que, dejando a un lado la querencia de cada uno hacia las estrambóticas creaciones de una diseñadora que cosecha a partes iguales amores y odios, lo cierto es que el atuendo de Chicote, con ese enorme corazón naranja en la pechera, contribuye a suavizar la imagen del chef, con su imponente físico y su contundente vozarrón.

3- Tal vez no la sacó en el primer programa, impactado como debía estar por las salidas de tono de un Carlos siempre en plena forma, las cuchilladas de los Bros y los pompones de Irina, pero intuimos en el joven chef Yayo Daporta una retranca gallega que probablemente vaya emergiendo a lo largo de la temporada. De momento, Yayo es la contraposición perfecta para Chicote, una especie de poli bueno versión gallega que tan bien sienta a un Chicote que ayer, sin embargo, no sacó para nada las uñas.

4- Honorato, máximo exponente en la historia de la cocina española del horror vacui, se fue en el primer programa dejándonos a la mayoría el corazón roto. Porque desde que ese entrañable señor hizo su aparición en pantalla fuimos muchos los que imaginábamos largas y emocionantes noches haciendo rimas con su nombre en Twitter, mientras buscábamos, a instancias de El Hematocrítico, parecidos razonables. Se fue Honorato, porque Chicote y compañía no le perdonaron esa manía de rellenar hasta el último rincón del plato y esa entrañable grandilocuencia que le hizo tratar de expresar en un plato 'la evolución del tomate hasta nuestros días'. Se fue Honorato, y nosotros somos hoy un poco menos felices.

5- Carlos. Este hombre daría por sí solo para un spin-off, pues una persona que es capaz de utilizar en el primer programa frases como 'voy a sacar el kamikaze que llevo dentro, ahora empieza el roncanrol' solo puede merecer todos nuestros respetos. Esa rivalidad con Marc, que regenta un restaurante en Figueres (Girona) e intuimos que va a sacar su paso por elBulli en cualquier conversación a lo largo del programa, puede dar escenas memorables de la historia de la televisión.

6- El gran nivel de los concursantes, que se reflejó, por ejemplo, en la pulcritud con que Inés, la chef de Vigo, cortaba la corvina. Tal vez no se vio del todo en el primer programa, en el que pudimos conocer mejor a los concursantes más flojos, que fueron los que llegaron a las últimas fases antes de salvarse, pero lo cierto es que este 'Top Chef' destila nivelazo. Desde Inés, pasando por Fran o Teresa, son jóvenes cocineros a los que sólo hay que ver tras los fogones para reconocer su técnica y su buen hacer. La final, pues, promete estar muy reñida, sin que por ello vaya a faltar el espectáculo.

7- Ese momento en que Honorato se cortó mientras creaba su 'La evolución del tomate a lo largo de la historia', y la dignidad con la que afrontó ese percance nos enamoró todavía más de uno de los chefs que, snif, ya no está entre los concursantes.

8- La expulsión de los gemelos que se odian. Ese fue otro de los giros inesperados del guión de este primer programa que consiguió tenernos en vilo durante más de dos horas. Pedro se equivocaba de harina a la hora de hacer la pasta mientras su hermano se alegraba de su error. Muchos nos relamíamos pensando el juego que iba a dar esta insólita pareja de chefs en el concurso hasta que el jurado, en un alarde de sentido común, los puso de patitas en la calle.

9- Y sin embargo, se quedó Rebeca, lo que va a poner en el punto de mira en le panorama gastronómico español a la taberna La Berenjena, cosa que no puede más que alegrarnos. Desde la primera prueba, en la que quedaba en evidencia la incapacidad de la joven chef para cortar una corvina, Rebeca consiguió que la viésemos irremediablemente fuera, hasta que de súbito, en una repentina metamorfosis a Braveheart, salvó milagrosamente la papeleta con la ejecución de un plato de pasta que consiguió enamorar al jurado.

10- Vamos a aprender a cocinar. Vamos a ver cómo se corta un pescado, cómo se presenta un plato, por qué unos ingredientes no combinan con otros, por qué la técnica no basta por sí sola para ser un grande si no va acompañada de genio. 'Top Chef' va a poner la cocina de nuevo en el punto de mira, porque va a enseñarnos que comer mejor nos hace un poco mejores. Porque ya hemos creado un grupo de Whatsap con coleguis para seguir las andanzas de estos chefs y, al fin, los que amamos la cocina vamos a tener una excusa para hablar de ella con otros friquis como nosotros y con gente que hasta ahora no se había preocupado por saber qué es una esferificación.

Por todo ello, bravo 'Top Chef', estaremos en Twitter todas las semanas siguiendo vuestras andanzas.