¿De verdad la mejor ginebra del mundo cuesta 11€?

El International Wine and Spirits Competition funciona desde 1969 y ha sido desde sus inicios un certamen de referencia en materia de vinos y espirituosos. Presume de contar con los mejores jueces del mundo y de dar a conocer, año tras año, los mejores licores del planeta, desde los ya conocidos hasta algunas rara avis, como ha sido el caso de este año. La Oliver Cromwell Dry Gin, que comercializa la cadena de supermercados alemana Aldi y que todavía no se vende en España, ha logrado una puntuación elevadísima en la última edición del concurso (más de 90 puntos), lo que la convierte en una de las mejores del mundo junto a otra veintena de marcas que han logrado puntuaciones similares.

Sin restar mérito a esta ginebra elaborada en Londres, con un porcentaje de alcohol del 37,5%, cabe destacar que el jurado escoge a la vencedora sobre un número muy limitado de muestras, según informa el portal Locatamos.com. Esto se debe a que únicamente los productos que se han apuntado al concurso y han pagado la cuota reglamentaria tienen derecho a ser juzgados, lo que ocasiona que todos los años queden fuera muchísimos licores. De entre todas ellas, las ganadoras tienen derecho a pegatinas y publicidad que rentabiliza el concurso, cosa que, como mínimo, nos hace tener la mosca detrás de la oreja al constatar que el famoso concurso parte de una base de por sí parcial.

De momento, la bebida solo se comercializa en el Reino Unido, lo mismo que algunos otros productos de Aldi que han logrado muy buenas puntuaciones en el certamen. Entre las 25 ginebras galardonadas, hay otras de precios similares a la de Aldi y algunas muchísimo más costosas (la ganadora cuesta alrededor de 44 €). Esta noticia vuelve a abrir el debate sobre la calidad de algunos productos de marca blanca que, día tras día, son reconocidos por los expertos y que podemos adquirir en el supermercado a precios moderados. Pero también, por supuesto, sobre las bases de algunos concursos gastronómicos, la maquinaria de marketing que esconden detrás y lo sesgada que acaba llegando la información al consumidor final. O sea, nosotros.