RECETA SALUDABLE

Focaccia crujiente de calabacín

¿Buscas una receta diferente? A veces, las elaboraciones más ricas surgen explotando nuestra creatividad, abriendo la nevera y combinando los ingredientes que tenemos por casa. Si quieres un plato sencillo, barato y con pocos ingredientes, no puedes dejar escapar esta focaccia de calabacín.

Torta crujiente de calabacín

Torta crujiente de calabacínUnsplash

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La clásica y esponjosa focaccia es una receta horneada que se elabora a base de harina, aceite y agua y que, sin duda, es un auténtico tesoro para los italianos. Normalmente, suele tener un grosor de unos centímetros de alto y un sabor muy suculento gracias a los ingredientes que se le añaden.

Te puede servir como plato único, como acompañamiento o simplemente para ofrecerlo como una rebanada de pan con un toque muy sabroso. Aunque la focaccia clásica es lo más, es cierto que puede ser algo pesada de digerir si la ingerimos en cantidades elevadas. Por ello, cambiando un poco el proceso y aligerando la masa podremos disfrutar de una torta crujiente sin llenarnos a la segunda porción.

Concretamente, la propuesta que te traemos hoy sale de la cuenta de Instagram @tictacyummy. Además de tener un grosor más fino, es una receta saludable al estar hecha a base de dos verduras: el calabacín y la cebolla, una combinación que sorprenderá gratamente a tu paladar. Si aún no sabes que almorzar, muy atenta, porque además de sana, solo necesitarás treinta minutos de tu tiempo para preparar este manjar.

Receta de focaccia de calabacín

Ingredientes:

  • 1 calabacín
  • 1 cebolla
  • 1 huevo
  • 50 gr de harina
  • 50 gr de polenta. Si no te convence este ingrediente, la usuaria también indica que se puede sustituir por harina de garbanzo.
  • 100 ml de agua
  • Sal en escamas

Elaboración:

1. Lavamos el calabacín y lo cortamos en finas láminas. Hacemos lo mismo con la cebolla.

2. Añadimos un huevo, la polenta, la harina y el agua a las verduras cortadas. Mezclamos todo muy bien con las manos para que se integre correctamente.

3. En una bandeja apta para horno, ponemos papel de horno y extendemos toda la preparación. Las aplanamos para que sea lo más crujiente, fina y ligera posible.

4. Echamos un chorrito de aceite de oliva y espolvoreamos un poco más de polenta por encima.

5. Metemos la focaccia al horno durante 30 minutos a 200º. Estará lista cuando pase a tener un color dorado.

6. Tras hornearla, la sacamos y le añadimos una pizca de sal.

Las mejores combinaciones para focaccias

Si te ha gustado la idea, puedes recuperarla usando otro tipo de ingredientes. La combinación de tomates, cebolla y aceitunas -verdes o negras- queda deliciosa, además de ser una de las más recurrentes en las focaccias italianas. También puedes optar por el queso, se va a deshacer con el calor y, junto con un poco de romero, conseguirás un sabor ideal.

¿Sabías que también las puedes hacer dulces? Frutas como el melocotón, las uvas o los arándanos quedan geniales. Sigue la receta, no necesitas agregar azúcar u otros edulcorantes, la gracia está en encontrar lo dulce en cada bocado sin convertirlo en algo empalagoso.

Y, si no quieres complicarte la vida, una mezcla de especias y sal será suficiente. Combina albahaca, romero, orégano, ajo en polvo y sal. Obtendrás un pan especiado ideal para acompañar carnes y pescados. Mucho ojo, ¡porque puede convertirse en una adicción!

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