Ya están aquí los “spaghetti doughnuts” (y es exactamente lo que parece)

Sushi burrito, sándwich de helado, pizza de chocolate, hamburguesa en forma de legos y ahora… el “spaghetti doughnut”. Definitivamente, el mundo se ha vuelto loco. Pero la idea parece colar entre cierta comunidad ‘foodie’ que vive solo para descubrir -y también probar y retratarse haciéndolo- nuevas creaciones culinarias, y eso por muy locas que estén, reconozcámoslo. Este nuevo concepto, que no consiste en nada más y nada menos que una mezcla de espaguetis con huevos y queso cocida en un molde tradicional de rosquillas, se la debemos a Luigi Fiorentino y su esposa, Emy Gargiulo.

Su local donde se puede degustar esta maravilla (¡ejem!) está en el mercado de Smorgasburg, en el barrio hervidero de tendencias, el muy cool Brooklyn, y se llama Pop Pasta. En la web de este establecimiento de fast food aseguran que la idea surgió para “combinar una receta napolitana tradicional popular, la tarta de espaguetis, con un icono de la cocina estadounidense, el doughnut”. Y aseguran que es el producto perfecto para llevarse de pícnic o a la playa, “sobre todo porque no es tan complejo y guarro de consumir como la pizza”, según sus creadores. ¿Por qué? Porque el spaghetti doughnut está horneado (y a continuación frito para darle un toquecito más sabroso) así que resulta una masa consistente y compacta que se puede sujetar con una mano. Ni gotea, ni se derrite, ni se desintegra: no hay, pues, riesgo de mancharse.

Algunos de los sabores más populares que ofrecen en Pop Pasta son el Aglio E Olio (con sal, aceite de oliva y ajo), el Carbonara (con beicon) y el Bolognese (con carne picada de buey). Seguro que pronto vendrán nuevos sabores para completar la carta porque entre el creciente furor por la comida y lo fotogénicos que son los “spaghetti doughnuts” (ideal para Instagram, vamos), seguro que el éxito está garantizado.

Pero, por otro lado, no hay que olvidar que no es más que otra creación que se enmarca en la controvertida línea de las recetas híbridas como el crónut (mita rosquilla y mitad cruasán), el cookie shot (un cookie de chocolate triturado en leche con sabor a vainilla), el wonut (mezcla entre rosquilla y gofre) o el ramen burguer (hamburguesa elaborada con los ingredientes de un ramen). Y si los “spaghetti doughnuts” ya tienen muchos fans, también cuenta con otros tantos detractores que ponen a parir esta invención en las redes.