EL MÁS CARO DEL MUNDO CUESTA 900 €
Diez cosas que no sabías sobre el café
Sabes que te da energía, fuerza, vitalidad, que no serías nadie sin él, especialmente por la mañana, pero probablemente no tengas ni idea de que el café que estás tomando la mayor parte del tiempo es malísimo. Te contamos algunas cosas sobre este brebaje preciado que probablemente te harán cambiar tus hábitos de consumo.
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1- Existen dos familias de café en grano. Por un lado está la arábica, que crece en las alturas y es un café más delicado y sutil, aunque también más caro; y por el otro la robusta, un café de bajura, de menor calidad y un sabor menos intenso. Otra diferencia entre ambas familias es que el café de la familia robusta genera más cafeína que el de la arábica. Esto se debe a que la planta genera cafeína para combatir las plagas de insectos, que siempre son más grandes en bajura. El robusta, además, se recolecta con máquinas, lo que implica que también se añadan hojas, palitos y otros elementos que puedan alterar el sabor del café, mientras que el arábica se recolecta manualmente, cosa que influye decisivamente en su calidad. Por tanto, aunque en la mayoría de bares no nos dicen con qué tipo de café trabajan, sí lo hacen en las cafeterías especializadas, de manera que ya tendremos un dato en el que fijarnos a la hora de pedir nuestro café.
2- El café torrefacto –de uso muy común en España, aunque ahora está perdiendo presencia gracias a que tenemos una mayor cultura del café– no es más que el resultado de tostar los granos de café. Esto se ha hecho tradicionalmente para disimular el sabor del café malo, y da lugar a esas bombas de relojería, amarguísimas, que hemos tomado durante años en cafeterías de todo el país. Conviene, pues, huir del torrefacto, tanto en bares como a la hora de comprar café en el supermercado.
3- No hay consenso sobre cuánto café se debe tomar al día para llevar una alimentación saludable. Así como los estudios científicos son contundentes en los últimos años respecto a otras bebidas, como el vino o el alcohol (y se concluye que lo mejor es erradicarlos por completo de la dieta), no existe tanto consenso con respecto al café. Mientras algunos estudios afirman que el consumo de café puede prevenir ciertas enfermedades, como la diabetes de tipo 2, otros recomiendan reducir e incluso eliminar su consumo. En líneas generales, buena parte de nutricionistas establecen el tope diario en 2-3 tazas de café.
4- El buen café es dulce. Esos chutes amargos capaces de levantar a un muerto significan que te encuentras ante un café malo. El café de calidad, convenientemente preparado, con la presión adecuada y en la máquina conveniente, tiene un sabor ligeramente dulce, y no es necesario echarle azúcar para disfrutarlo. De hecho, la necesidad de azúcar es un buen indicador de si estamos ante un buen café: cuanto más requiera, peor.
5- Y no quema. Para que un café mantenga sus propiedades organolépticas nunca debe llegar a hervir. Si te sirven un café que quema, mala señal.
6- Hay diferentes tipos de combinaciones entre leche y café que deberías tener en cuenta, ya que no es lo mismo un latte que un cortado o un flat white, pese a que todos contienen café y leche. Te las explicamos todas en este artículo.
7- El tipo con barba y tatuajes que te prepara el café en un lugar de diseño, com mobiliario de madera, flores frescas en las mesas y revistas de arte, no es un camarero. Jamás se te ocurra ni siquiera pensar en él como camarero. Es un barista, algo así como el bartender del café, alguien que ha estudiado los diferentes tipos de cafés, que investiga, mezcla especialidades y conoce al dedillo los matices de la máquina con que trabaja. Te va a cobrar 2 € por el café pero habrás disfrutado de una bebida que no tiene nada que ver con lo que tomas normalmente. ¿Acaso no vale la pena?
8- El café más caro del mundo ronda los 900 €/kg y procede de los excrementos de un simpático animal llamado civeta. Es una delicatessen cotizadísima que sale de la tripa de este felino que habita en países como Sumatra, Java o Vietnam.
9- El café de filtro está bueno. Pese a que no es de consumo habitual en España, donde se toma un tipo de café espresso originario de Italia, sí lo es en otros países europeos y en Estados Unidos. Es un café largo que todavía cuesta a nuestros paladares acostumbrados al intenso sabor del espresso, pero que cuando se toma de buena calidad cambia nuestra percepción de inmediato. Si nos aseguramos de hacernos con una buena cafetera de filtro y un café de calidad, de no maltratar el producto y seguir los consejos de uso de la máquina, puede que nuestra vida cambie, y empecemos a combinar cafés de filtro con otros más cortos en nuestro día a día.
10- Y, por último, una anécdota. ¿Sabías que el platito que acompaña la taza se empezó a poner, en principio, para enfriar el café? Aunque no se sabe si es cierto o es una leyenda, se dice que en siglo XVIII la gente bebía café directamente del plato para que se enfriara antes.
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