La despensa más cara del mundo

La trufa blanca de Alba (Italia), lo más selecto: han llegado a pagar 290.000 € por una
Conocida como el diamante de la cocina, la trufa más escasa y codiciada es la de Alba, en la región del Piamonte italiano. Solo se puede encontrar entre septiembre y diciembre y durante la Feria de la Trufa Blanca de Alba, que se celebra cada año en octubre, se subastan piezas que alcanzan precios desorbitados: el más alto fue en 2007 cuando un multimillonario de Macau pagó 330.000 dólares (unos 290.000 €) por una pieza de kilo y medio. Afortunadamente se pueden conseguir a mejor precio, el año pasado sin ir más lejos hubo una mayor recolección y se podían conseguir a una media de 220 € los 100 gramos. Nada mal comparado con otras temporadas.

Una bodega de 5 vinos por 42.658 €
El top 50 de los vinos más caros del mundo, según wine-searcher.com, lo encabeza Richebourg de Henri Jayer, un pinot noir de Borgoña que sale de media por 13.368 € la botella. Esta bodega en general cuenta con vinos muy cotizados -y cada año más- porque se van agotando, su productor falleció ya hace unos años. Si no te llega, la segunda posición es para otro pinot noir de Borgoña: el famoso Domaine de la Romanee-Conti, que podrías conseguir por 11.219 €, claro que según la añada puede variar... Tras un tercer puesto para Cros Parantoux, otro de Henri Jayer (7.166 €), el cuatro es para un alemán, blanco e impronunciable:Scharzhofberger Trockenbeerenauslese, un Riesling de Egon Muller-Scharzhof (5.976 €). El quinto lugar es para otro Borgoña, que en la lista gana por aplastante mayoría: Montrachet, un chardonnay de Domaine Leflaive (4.929 €). Ah, todos estos precios son sin tasas, pero siendo rico ya no te irá de eso. Por si te lo preguntabas, no hay ningún vino español entre esas 50 marcas.

El caviar más exclusivo, a 21.000 € el kilo
Según el libro Guinness de los Récords, el caviar más costoso de todo el mundo se comercializa bajo la marca Almas y sale por algo más de 21.000 € el kilo. Se trata de una variedad rarísima, de color albino, que solo se encuentra en uno de cada seis mil esturiones beluga (Irán). El sabor es similar a otras variedades beluga pero con una persistencia en boca más fuerte y permanente. Lo comercializan en latas de 10 gramos (unos 215 €) y de 50 gramos (unos 1.063 €).

¡Casi 7.000 € por un melón!
El más apreciado del mundo es el Yubari King, que se cultiva en tierras volcánicas de Yubari, en la isla japonesa de Hokkaido. Es una fruta híbrida conseguida en los años 60 con la mezcla de dos variedades Cantaloupe. El resultado: pulposo y de sabor intenso, dulce y con un toque picante. En 2013 superaron su propio récord vendiendo en una subasta dos melones Yubari por unos 13.900 euros.

¿4.000 € por un jamón?
Pero no un jamón cualquiera. Los "Manchados de Jabugo" (cerdo ibérico puro) se han convertido casi en objeto de coleccionista al tratarse de una raza en peligro de extinción, contar con una producción muy escasa y tener unas peculiaridades únicas. El ganadero Eduardo Donato, de Dehesa Maladúa, recuperó la especie y desde hace poco lanza ediciones muy limitadas con certificación ecológica -los cerdos crecen asilvestrados en medio de una parque natural-, a un precio aproximado de 500 € el kilo. Aunque seas rico tendrás que sudar para conseguir uno.

Una tableta de chocolate de 230 €
Hasta hace poco La Madeline au Truffle, de Knipschildt Chocolatier, era el chocolate más caro del mundo. Un corazón de ganache con chocolate Valrhona 70%, aceite de trufa y vainilla, recubierto de trufa francesa de Perigord y más chocolate costaba 250 dólares la unidad (unos 220 €). Pero el exclusivo bombón ha sido superado según Forbes por la tableta To'ak, que cuesta 260 dólares los 50 gramos. ¿Y qué tiene de especial? Se elabora con cacao Arriba, procedente de árboles centenarios ubicados en altas montañas de Ecuador. El proceso posterior requiere el mismo mimo que si una exclusiva botella de vino se tratara... han tardado dos años en hacer 574 tabletas. Cada tableta se comercializa en una caja de madera y su sabor es intenso, amargo y con reminiscencias afrutadas.