PURÉ DE FRUTAS

Cómo conservar los purés de frutas para bebés hechos en casa

Apúntate estos consejos para conservar de forma correcta los alimento para bebés caseros.

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La alimentación de un bebé es esencial para obtener un correcto desarrollo, y una vez pasamos a la alimentación complementaria, y decides preparar de forma casera su comida es muy importante saber cómo podemos conservarla correctamente y así poder evitar el rápido deterioro o la pérdida de vitaminas y nutrientes de estas con el tiempo, ya que al ser casera carecen de conservantes, como por ejemplo el puré de frutas. Si este no se consume al momento y quieres conservarlo para después, la fruta tiende a oxidarse muy rápido, por lo que el puré cogerá un color amarronado. Por ello, apunta estos consejos útiles para conservar los purés.

¿Dónde podemos guardarlo?

En primer lugar, para poder conservar adecuadamente estos purés de frutas para bebés hechos en casa, lo primero que debemos tener en cuenta es que el recipiente idóneo para hacerlo es en un tarro de cristal. Podemos utilizar los que guardan otros alimentos y que ya hayamos terminado o los de un potito anterior, pero lo imprescindible es que, debemos lavar bien tanto el recipiente como su tapa, preferiblemente y a ser posible en el lavavajillas a alta temperatura para que no quede ningún olor.

Ventajas de echarle limón al puré

Otro truco que podemos tener en cuenta es que, el limón resulta el aliado principal perfecto para mantener correctamente las propiedades de tu puré de frutas, es un conservante natural y se convierte en un esencial para conservar las vitaminas de la papilla y evitar la oxidación de alguna fruta, como por ejemplo la manzana con el paso de las horas. Por ello, después de prepararlo deberás añadir al potito unas gotas de limón y mantenerlo refrigerado.

Por último, debemos recordar que los purés de frutas no tienen una duración mayor de 48hs, aunque estén guardados en la nevera. Para acordarnos, algo muy práctico y sencillo que podemos hacer para no olvidarnos es poner una pequeña etiquita en los tarros que usemos, donde podamos escribir la fecha en la que hemos guardado el puré. Además, podemos congelarlos, lo que nos dará ventaja cuando no dispongamos de mucho tiempo para poder prepararlos.

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