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GALICIA NO SÓLO ES TIERRA DE BLANCOS

Tintos de Galicia, vinos que merecen un lugar en la cumbre

Desde hace unos años, un buen puñado de enólogos y viticultores de Galicia, están elaborando vinos tintos de excelente calidad, alejados de la gran producción, y centrándose en el respeto por la tierra y el uso de castes autóctonas.

tintos

Que los albariños dejen, al fin, de eclipsar a estos otros grandes vinos. Cocinatis

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Caiño, Brancellao, Loureiro, Sousón, Espadeiro, Loureiro, Merenzao… son los nombres de variedades con personalidad, que están presentes en estos vinos emergentes en el panorama español. Son vinos atlánticos, intensos, capaces de expresar las características de los suelos y el mimo del viticultor. Las producciones son pequeñas, muchas procedentes de una sola finca, de manera que hacerse con uno de estos tintos supone cierta dificultad, aunque merece la pena el esfuerzo y saldremos muy recompensados cuando los catemos.

Para hacer este top 5 de tintos de Galicia, he seleccionado uno de cada una de las cinco Denominaciones de Origen existentes en Galicia. Todos ellos destacan por su calidad y el buen trabajo que tienen detrás. Por supuesto que existen otros que merecen estar en esta relación, pero me he ceñido a los que he podido catar y disfrutar.


D.O. RIAS BAIXAS: Goliardo Caiño 2011
Las Bodegas Forjas del Salnés (Sta Eulalia, Pontevedra), de la mano del viticultor Rodrigo Méndez, elaboran los monovarietales denominados Goliardo, con las variedades autóctonas Caiño, Espadeiro y Loureiro. El conocido enólogo Raúl Pérez es también responsable de estos magníficos vinos tintos. El Goliardo Caiño 2011 es, como bien indica su etiqueta, un tinto de mar, con una crianza en barrica de roble de 14 meses. Es un vino muy especial, ya que la variedad Caiño ha sido salvada de la extinción por unos pocos viticultores de las Rías Baixas y el Ribeiro.  

Un tinto intenso en nariz y con potencia en boca, pero también fino y delicado. Con el carácter de la tierra donde se cultiva, cerca del mar, en la comarca del Salnés. Para resumirlo en dos adjetivos: atlántico y delicado. Perfecto para acompañar un buen cocido gallego, platos con alubias, carnes rojas, estofados y quesos curados.  

Bodega Forjas del Salnés.
Viticultor: Rodrigo Méndez.
Enólogo: Raúl Pérez.
D.O. Rías  Baixas, Subzona Val do Salnés (Pontevedra). 
Uva: Caiño.
Vol. Alc. 12,5 %

D.O. MONTERREI: Gorvia 2010
Gorvia es el nombre de una de las fincas del viticultor José Luis Mateo, alma mater de la bodega Quinta da Muradella, que se nutre de pequeñas parcelas de laderas inclinadas. De este terruño sale el Gorvia, con las variedades Mencía, Caiño y Bastardo, esta última al borde de la extinción en esta zona. Las fincas son tratadas siguiendo las pautas de la biodinámica y la sostenibilidad del cultivo, sin aportes químicos de ningún tipo. La productividad se reduce pero la calidad del vino es enorme. Una prueba de este trabajo es que todas las fincas se vendimian por separado, dando cada una de ellas un vino propio, con la personalidad de esa tierra.   

La obsesión de José Luis es el 'terroir' (como le llaman los franceses) o terruño, y el Gorvia es un claro ejemplo de ello. Un vino de color cereza, con aromas a fruta roja e intenso en boca, notas de cata que salen tras su paso durante 14 meses en barricas de roble francés. Maridaje con asados, carnes a la parrilla y aves de caza, potajes y guisos con legumbres.

Bodega Quinta da Muradella.
Viticultor: José Luis Mateo.
D.O. Monterrei (Ourense).
Uva: Mencía, Caiño y Bastardo.
Vol. Alc. 13,5 %.

 

D.O. RIBEIRO: A Torna dos Pásas 2010
Esta tierra es conocida internacionalmente por sus vinos blancos, pero en ella también encontraremos tintos de excelente calidad, que en la actualidad son capaces de destacar por encima de sus compañeros blancos. Este es un vino de 'colleiteiro' (cosechero), denominación que reciben en esta zona los viticultores con una producción inferior a 60.000 botellas. Hablamos de Luis Anxo Rodríguez Vázquez, que desde una pequeña bodega ha logrado elaborar grandes vinos, blancos y tintos.   

Son 29 parcelas en total y casi 3 Hectáreas de viñedo, con variedades autóctonas y un riguroso trabajo para mimar cada cepa y cada racimo. El A Torna dos Pasás combina las variedades autóctonas Caiño, Caiño redondo, Brancellao y Ferrol, y su reducida producción es de tan sólo 6.000 botellas. Paso de 6 meses por barrica de roble francés.

Nota de cata: color cereza, notas florales y de frutos rojos, sabroso y fresco, con buena acidez.

Bodega Luis Anxo Rodríguez Vázquez.
Viticultor 'colleiteiro': Luis Anxo Rodríguez Vázquez.
D.O. Ribeiro (Ourense).  
Uva: Caiño, Caiño redondo, Brancellao y Ferrol.
Vol. Alc. 12 %.

 

D.O. RIBEIRA SACRA: Capricho de Merenzao 2010
Procedente de una bodega de mayor envergadura, Ponte da Boga (Castro Caldelas, Ourense), aunque no por ello deja de perder su estatus de vino singular, de producción limitada y con un 100 % de una variedad autóctona, la extraordinaria Merenzao.

El cultivo en la Ribeira Sacra es casi una viticultura heroica, en bancales con fuerte pendiente, que se inclinan hacia el río Sil y hacen de su cultivo un acto de fe. Podemos decir que este tinto es un "capricho" del enólogo Dominique Roujou de Boubée, que se empeña en transmitir el carácter de la tierra y el clima tan especial del Cañón del Sil.

La producción es de apenas 2.800 botellas pero es posible encontrarlo con un poco de tesón, y merecerá mucho la pena. Es un vino expresivo, muy equilibrado, de personalidad atlántica, que evolucionará en botella y vivirá muchos años, adquiriendo mayor complejidad. Lo maridaría con un atún rojo marinado, un guiso de pulpo o con una carne de caza mayor.    

Bodega Ponte da Boga.
Enólogo: Dominique Roujou de Boubée.
D.O. Ribeira Sacra (Ourense).
Uva: Merenzao.
Vol. Alc. 13,5 %.



D.O. VALDEORRAS: A Costiña 2010
Vamos con la última de las D.O. gallegas, situada en la provincia de Ourense, en los límites con El Bierzo leonés. Una comarca con gran vocación vinícola, famosa por sus famosos 'godellos' (variedad blanca), que también demuestra su capacidad para elaborar magníficos tintos. Este vino se elabora con un 100 % de uva de la variedad autóctona Brancellao, de la cual restan pocos viñedos en toda Galicia. Su racimo es de tamaño medio, poco compacto y con uvas pequeñas, lo que supone una producción limitada. 

Alán de Val (A Rúa, Ourense), es una bodega pequeña, de carácter familiar, con varias generaciones de viticultores a sus espaldas. Siempre han tenido gran querencia por el "terruño", para producir vinos con personalidad, buscando la singularidad de cada viñedo en particular.

A Costiña es el nombre de una de estas fincas, y de ella salen 1.100 botellas de este monovarietal tinto, envejecido en barrica de roble francés durante 9 meses. Es un vino de color rojo intenso, con aromas dulces y florales, amplio en boca y con una acidez equilibrada. Evolucionará muy bien en botella, adquiriendo complejidad e intensidad.

Bodega: Alan de Val.
Viticultor: Joaquín, Manuel y José Luis Sánchez Rodríguez.
D.O. Valdeorras (Ourense).  
Uva: Brancellao. Vol. Alc. 14 %. 

Con esta selección tendríamos para una cata extraordinaria, sin duda. Todos estos vinos tienen en común el respeto por el viñedo, el mimo de la cepa durante todo el año y la utilización de variedades autóctonas. Son ejemplos del tipo de viticultura que se está implantando por toda Galicia, tanto en blancos como en tintos, que demuestra que es una tierra especial para vinos de gran calidad. 

Como decía antes, es una selección representativa, en la que bien se merecen estar otros tantos vinos tintos gallegos, como por ejemplo algunas referencias:

D.O. Ribeira Sacra: Guímaro Finca Capeliños, Algueira Carballo Galego.
D.O. Valdeorras: Gaba do Xil, As Caborcas, Traste.
D.O. Ribeiro: 30 Copelos, Hush, Seica.
D.O. Monterrei: Alanda, Castro de Lobarzán.
D.O. Rías Baixas: Zárate Loureiro, As Furnias.

 

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