Una mala hierba, ¿el mejor alimento del mundo?

Hay veces que tenemos al alcance de nuestra mano superalimentos en los que no reparamos. Es el caso de la verdolaga ('portulaca oleracea'), una planta que puede llegar hasta los 40 centímetros de altura y que crece en época cálida en cualquier sitio. De hecho, y según asevera la Wikipedia, en muchos países se considera "maleza", algo que corroboramos: nosotros, hasta hace unos meses la veíamos y ni se nos pasaba por la cabeza que se pudiera comer.

El tallo es liso y rojizo y de él salen las hojas que son, efectivamente, comestibles, y que tienen un sabor ligeramente ácido y salado. Resulta fácilmente identificable por sus flores amarillas que salen a finales de primavera y aguantan hasta principios de otoño. El suelo le da igual: es capaz de nacer donde ninguna otra especie puede hacerlo y aguanta la sequía más pertinaz.

Pero, ¿qué es lo que la hace tan especial? Pues que contiene más ácido graso Omega 3 que cualquier otro vegetal. Tampoco es manca en vitaminas: aporta vitamina C, vitamina B, betacaroteno y minerales de gran importancia como magnesio, potasio, calcio o hierro. Además, presenta dos tipos de pigmentos alcaloides betalainas, tanto en su tallo como en sus flores, que son potentes antioxidantes. También se utiliza como laxante natural por la abundancia de la planta en mucílagos, que son su principio activo más importante. Para que actúa hay que tomarlo en combinación con grandes cantidades de agua, eso sí

Para comerla, lo primero de lo que nos tenemos que asegurar es de que haya surgido en una zona en la que no se hayan utilizando tóxicos o herbicidas. Una vez que lo tengamos claro, podemos pensar en qué parte vamos a elegir para darnos el festín: tanto el tallo, como las hojas o las flores son comestibles.

Aquí va una receta de ensalada de verdolaga sencilla y fácil para el verano.

Ensalada griega con verdolaga

Ingredientes:

Dos manojos de hojas de verdolaga.

Dos tomates.

Un pepino.

Una cebolla roja.

Queso feta cortado en daditos.

Aceite de oliva virgen extra.

Vinagre de vino.

Sal.

Preparación:

Limpiamos bien las hojas de verdolaga y desechamos cualquier parte excesivamente fibrosa. Picamos los tomates en cuartos y la cebolla roja en juliana. Pelamos el pepino y lo cortamos en rodajitas. Cogemos un trozo de queso feta y lo cortamos en daditos. Aliñamos con aceite de oliva virgen extra, vinagre de vino y sal.