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EL DE MODA EN FRANCIA: EL PRESIDENTE MITERRAND ERA UN FAN DE ESTE MANJAR GORE

Delicatessen asquerosillas: cómete un pájaro entero (y que nadie te vea)

Almas sensibles, parad desde ya la lectura de este post reservado a quienes tengan un estómago todoterreno y un curiosidad culinaria sin límites. Vais a conocer el terrible porvenir que suele depararle la vida al hortolano, un hermoso pajarillo que se come tal cual, con huesos y cabeza, y que ha sido a lo largo de la historia una 'delicatessen' en Francia. Ah, si te atreves a probarlo tendrás que colocarte una servilleta en la cabeza. 

hortolano

¿Os imagináis a Miterrand de esta guisa? Cocinatis

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Cuatro grandes chefs franceses, Michel Guérard, Alain Ducasse, Jean Coussau y Alain Dutournier han emprendido en los últimos meses una campaña mediática cuyo objetivo es recuperar en las cartas de sus establecimientos -o mejor dicho, volver a autorizar- una de las 'delicatessen' más codiciadas y exclusivas del recetario francés: el hortolano, un pajarito cantante considerado un auténtico manjar que pocos conocerán, ya que su consumo está prohibido desde el año 1999 para protegerlo de una caza intensiva y de lo que mucho consideran un trato gastronómico “bárbaro”.


Y es que tanto la preparación como la presentación y el consumo del hortolano –muy preciado por finos gourmets como fue el presidente francés François Mitterrand- son a la vez polémicas y gores. Al ser la grasa de este pájaro la que determina su precio (en el mercado negro, oscila en torno a los 150 € por pieza), lo encierran en la oscuridad durante 21 días para que coma compulsivamente (es una especie que se alimenta solo de noche), llegando en algunos casos a triplicar su tamaño. Entonces, se ahoga en brandy, se despluma y se asa. Y aquí no acaba la cosa…


Acto seguido, el hortolano es servido caliente y enterito para que se coma de un bocado con cabeza, huesos y cuerpo incluido, como si de un bombón se tratase. Para evitar a nuestro vecino de mesa un sórdido espectáculo, el ritual exige que el proceso de masticación se realice en silencio y con la cabeza recubierta de una servilleta. Entendemos el porqué.

 

 

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