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A VECES NOS PASAMOS DE LISTOS

Cosas que jamás deberías hacer en un restaurante

Nos pasamos la vida quejándonos de lo mal que está el servicio, mirando con lupa cualquier detalle de un restaurante para enfurecernos en petit comité, en el mejor de los casos, y descargar nuestra ira en las redes sociales en el peor. Pero, ¿y nosotros? ¿Somos clientes ejemplares? ¿Hemos pensado alguna vez si en algún momento nos hemos convertido en personas non gratas en algún restaurante? He aquí una breve guía de lo que un cliente no debe hacer.

Mesa de restaurante.

Mesa de restaurante.Pexels

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1- Compórtate de forma civilizada en el baño

Lo que significa que si llegas al baño y hay alguien dentro y tarda en salir más tiempo del que tú consideras normal, no presiones llamando constantemente. No tires papeles al suelo, no pongas todo perdido de jabón, no malgastes papel, utiliza los productos de higiene personal del mismo modo que lo harías en tu propia casa. Muchas personas civilizadas tratan los baños de los espacios públicos como si fuesen verdaderos energúmenos, y no deja de ser sorprendente.

2- No hagas salir al chef

Alberto Chicote en la cuarta temporada de Top Chef
Alberto Chicote en la cuarta temporada de Top Chef | antena3.com

A no ser que haya pasado algo verdaderamente terrible, procura no hacer salir al chef con cualquier excusa. Ni siquiera para darle la enhorabuena tras el ágape, un gesto que indica un sentimiento de superioridad que incluso a algunos chefs –con los egos enormes de los que suele presumir en líneas generales este colectivo– van a encontrar fuera de lugar.

3- Bromas, las justas

Conviene ser cordial con el servicio, y tener un trato amable y amistoso con los camareros y el resto del personal, pero evitando siempre las palmaditas en la espalda, las bromitas demasiado atrevidas y otra serie de chascarrillos que cualquiera con sentido común consideraría fuera de lugar.

4- Preguntar, sí, pero sin pasarse

¿La ensalada lleva cebolla? ¿Lleva queso la empanada? ¿El tartar lleva vinagre? Entendemos que un restaurante es un lugar al que ir a sentirse bien, y en el que vamos a gastar una suma de dinero para quedar satisfechos. Nadie dice que tengamos que comer algo que no nos guste, y que no podamos preguntar al servicio sobre las particularidades de un plato, pero deberíamos saber parar y aprender a comer de una vez. En este sentido, es posible pedir que se retire algún ingrediente de un plato, faltaría más, pero de ahí a pedir que se tuneen todos los platos para hacerlos a nuestra medida hay un buen trecho. ¿Otra cosa terrible? Esas personas que se pasan la velada apartando ingredientes de un plato. ¿De verdad es necesario?

5- Cuidado con los niños

Menú infantil de restaurante: sí o no
Menú infantil de restaurante: sí o no | Guía Infantil

Somos muchos los que toleramos perfectamente –que incluso nos complace– que haya niños en los restaurantes, y que preferimos su alegría y su jolgorio mucho antes que los rictus enfurruñados de muchísimos adultos, pero lo cierto es que el mundo está lleno de personas a las que les resultan profundamente molestos los niños. Si vas con niños pequeños, procura ponerte en una mesa en la que se moleste poco, y llevar el bolso repleto de cuadernos de actividades o cualquier otra actividad que les mantenga tranquilos. Y piensa que hagas lo que hagas probablemente haya alguien que acabe quejándose.

6- No levantes la voz

Frame 13.746538 de: Aldo montará el 'Restaurante Letizia'
Frame 13.746538 de: Aldo montará el 'Restaurante Letizia' | Frame 13.746538 de: Aldo montará el 'Restaurante Letizia'

Puede que seas una de esas personas que hablan muy alto, pero tienes que comportarte cuando te encuentres en un restaurante. A no ser que seas de ese tipo de personas que aman escuchar las conversaciones ajenas en lugares públicos –una actividad siempre interesante y enriquecedora– te van a molestar las disquisiciones de los de al lado. En este sentido, procura no quedar en un restaurante en momentos de máxima tensión vital (crisis de pareja, hecatombes familiares): es muy fácil que la cosa se vaya de madre y la acabéis liando en el local. ¿Quién no ha visto alguna vez a alguna pareja llorando desconsoladamente en un restaurante? Tal vez estarían más a gusto en un lugar más íntimo.

7- No te flipes con las sobremesas

Al igual que detestamos esos restaurantes en los que te encasquetan un chupito cuando aún no te has acabado ni el postre para que salgas pitando y puedan disponer de la mesa cuanto antes, nos disgustan esos clientes plastas que se quedan de sobremesa cuando el local ya está casi vacío y el servicio está recogiendo. Un poco de respeto a los horarios del personal, por favor.

8- Ignorar al camarero

Estás de cachondeo con tus compañeros de mesa, llega el camarero a cantaros el plato y lo ignoráis como si fuese un desecho de la sociedad. Muy mal. Hay que tener educación y escuchar las explicaciones del plato, así como hacer las preguntas pertinentes por turnos. Lo mismo ocurre cuando nos traen los cafés, las bebidas o los platos: es importante estar atentos para que el camarero no tenga que estar cantando el plato cien veces como si se encontrase en una clase de preescolar.

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