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DISFRUTA DE LA PIZZA SIN ENGORDAR

Cómo hacer una pizza sana y baja en calorías

La pizza es una de las comidas más conocidas, pero con peor fama. Normalmente la asociamos con grasas y calorías. Aunque en realidad, sus ingredientes principales son 4 clásicos de la dieta mediterránea: harina, tomate, queso y los ingredientes que tú elijas.

Pizza sana

Pizza sanaIstock

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El problema está en las versiones precocinadas de ella ya que la mayoría de las veces, contienen una gran cantidad de grasas saturadas y conservantes, algo nada saludable para tu dieta.

Aunque no te lo parezca las pizzas sanas sí existen. Eso sí, olvídate de pizzas comerciales y precocinadas, ya sean congeladas o frescas. Lo mejor es que hagas tú misma la pizza. Es muy sencillo y muchísimo más sano. El truco está en hacerla con productos naturales, light e integrales. Coge ideas de las propuestas que te hacemos.

Masa

Para hacer una masa sana solo necesitarás  400 gramos de harina, 8 gramos de levadura fresca de panadero, 230 mililitros de agua y 10 gr. de sal. Si quieres que tu masa sea más sana, puedes sustituir una parte de harina blanca (un cuarto de la cantidad, aproximadamente) por harina integral. Además de dar más sabor a la masa, le añadirás un plus de fibra. Es una masa muy fácil de manejar, así solo tienes que mezclar los ingredientes hasta conseguir una masa elástica y que no se pegue en las manos y dejarla en un sitio templado durante una hora para que fermente. Luego solo tienes que estirarla y rellenarla con tus ingredientes favoritos.

La base: tomate y queso

En cuanto al tomate, di adiós al tomate frito comprado. Prepara en casa una salsa de tomate casera con tomate natural. O, si quieres que sea todavía más ligera, utiliza tomate natural rallado para la base de tu pizza.

El queso es uno de los indispensables de la pizza, pero mejor añadir las versiones light, bajas en grasa. Así conseguirás reducir su valor calórico y también gran parte de la cantidad de grasa de la pizza.

Pizza

¿Qué ingredientes añado?

Despídete definitivamente de cualquier tipo de embutido que solo aporte grasa. Nada de bacon o chorizo. Mucho mejor optar por jamón york o pavo. Tienen muchas menos calorías y son bajos en grasas.

Las setas son una gran alternativa para tus pizzas: no contienen casi calorías y nutricionalmente son alimentos mucho más completos. Aprovecha las de temporada para darles un extra de sabor.

Añade a tu pizza verduras y frutas: pimiento, brócoli, alcachofas, piña, cebolla, calabacín… Hay un sinfín de posibilidades. Las frutas y las verduras en la pizza son muy versátiles y tienen muchas posibilidades.

El salmón o el atún son otras opciones muy recomendables para incluir en tus pizzas. Y son alimentos ricos en proteínas saludables.

Como ves, las pizzas pueden ser saludables y ligeras. Se pueden incluir en la dieta sin ningún tipo de remordimiento porque son muy versátiles y admiten casi cualquier ingrediente. ¡Y  ya solo te queda disfrutar de una pizza casera, sana, nutritiva y equilibrada!

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