¿Calientas todo al microondas? Ojo con estos alimentos, podrían volverse tóxicos

Todos recalentamos al microondas la comida, pero debemos tener cuidado. Así que las preguntas son: ¿cuándo es perjudicial que recalentemos la comida?, ¿sobre qué alimentos es más peligroso? Nadie quiere arriesgarse a una intoxicación alimentaria. Por eso, podemos decir que, existen reglas para hacerlo que tienes que conocer y, además, no todas son válidas para todos los alimentos.

Después de una gran comida, lo normal es que haya sobras, así que en primer lugar, hay que dejar enfriar la comida a temperatura ambiente, no más de cuatro horas, taparla y guardarla en el frigorífico. Si pusiéramos comida caliente en el refrigerador, la temperatura del mismo subiría, y se convertiría en una auténtica incubadora de bacterias, lo que no sería muy bueno para tu comida.

¿Se puede recalentar varias veces?
A la hora de recalentar la comida, ¿cuántas veces podemos hacerlo? Lo recomendable es como mucho una vez, aunque también lo podemos hacer varias veces, siempre que se haga de una manera correcta.

Si vamos a recalentar, lo normal es hacerlo de forma igualitaria. El microondas hace que se recalienten unas zonas más que otras, incluso a algunas no llega nada el calor, y estos son los focos de infección, desde donde las bacterias pueden atacar.

Así que deberíamos calentarlo, sacarlo del microondas, mezclarlo todo, y volverlo a calentar, de manera que el calor quede bien repartido.

Alimentos que no debes recalentar
Algunos de los alimentos que pueden volverse más peligrosos al recalentarlos son:

- Carne cocida o comidas que contengan carne, como por ejemplo lasaña: las propiedades de la carne pueden modificarse y volverse tóxicas y, por lo tanto, provocar una intoxicación alimentaria. Lo mismo ocurre con los mariscos y pescados.

- Espinacas: un segundo golpe de calor puede hacer que el nitrato presente en este vegetal, se vuelva en contra, llegando a ser tóxico y cancerígeno. Lo mismo sucede con el apio o la remolacha.

- Setas o champiñones: se pueden cocinar de muchas maneras, pero a la hora de guardarlas y recalentarlas, aunque pueda parecer una buena opción, no lo es. Sus propiedades se deterioran y pueden causar grandes molestias estomacales, dolor e hinchazón.

- Comidas ricas enproteínas (como huevos o frutos secos): en concreto los huevos recalentados, en su versión dura o revuelta, pueden causarte un problema digestivo.

- Arroz: el arroz crudo contiene restos de bacterias que se pueden resistir a la cocción. Si se deja a temperatura ambiente, o a la temperatura del microondas, las bacterias se pueden multiplicar y causar diarreas y vómitos.

- Pollo: un pollo recalentado se convierte en un pollo seco, o lo que es lo mismo, la composición de sus proteínas puede modificarse por completo, de manera que, puede causarte un importante revuelo considerable en tu sistema gastrointestinal.

- Patatas: es un alimento con muchos nutrientes pero no es bueno tomarlo recalentado. Al hacerlo se pierde su sabor y sus propiedades, incluso pueden llegar a volverse tóxicas. Por eso lo mejor es volverlo a consumir en frío, por ejemplo en ensalada.