Tecnología

Padres y alumnos reclaman que la informática se convierta en asignatura obligatoria en los planes de estudio

El primer informe del Observatorio de la informática en España revela que el 84% de los alumnos y padres está de acuerdo en que la informática y la programación deberían ser una asignatura más desde las primeras etapas educativas. El estudio, elaborado por Code.org y Deloitte, califica estos conocimientos como el inglés del siglo XXI.

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Si los alumnos de hoy estudiaran informática en su formación diaria, cerca de 100 millones de personas en todo el mundo tendrían muchas más oportunidades laborales al acabar esta década. Así lo asegura Code.org, la mayor plataforma de aprendizaje en programación que -junto a Deloitte- acaba de presentar el primer informe sobre la informática en España.

Asegura el estudio que nuestro país ha avanzado mucho en los últimos años en este sentido, aunque no lo suficiente. En 2015 el 83% de las familias españolas no sabía lo que era la computación. Ahora las cifras se han dado la vuelta, y el 84% de los entrevistados por el Observatorio de la Informática cree que esta formación es importante.

La pandemia dio un empujón al aprendizaje de los conocimientos informáticos aunque éstos siguen sin convertirse en una enseñanza obligatoria en los planes de estudio de Primaria y Secundaria. Hace una década había menos de 30 países en todo el planeta donde la informática estuviera incluida en los planes de estudio; hoy ya son 70 las naciones donde se enseña de manera cotidiana.

Según los autores del informe, el problema de retrasar esta inclusión de la informática en la formación reglada hace que la brecha entre la evolución tecnológica y la capacidad de absorber esos avances sea cada vez mayor.

Por ejemplo -dicen- herramientas como el ChatGPT van a obligarnos a enseñar cómo utilizar estas herramientas de inteligencia artificial para que trabajen a favor del conocimiento, y no al contrario. En una siglo "dominado por las máquinas", tal y como asegura Fran García del Pozo, Director de Code.org en España, los jóvenes tienen que aprender el lenguaje de las máquinas para que éstas trabajen para nuestras necesidades, y no nosotros para las suyas.

Desde el Observatorio se recuerda que hay que diferenciar entre la enseñanza de la informática y la competencia digital. Esta última -dicen- es solo la capacidad de usar dispositivos digitales, mientras que la informática va mucho más allá.

Los problemas: falta de medios y baja cualificación de los profesores

Los encuestados por el Observatorio de la Informática en España respaldan de forma mayoritaria la necesidad de formar en estos conocimientos en la escuela y los institutos, pero la cifra sube hasta el 87% si solo se tienen en cuenta las respuestas de aquellos padres que tienen hijos entre los 6 y los 16 años.

La minoría que no lo considera necesario argumenta principalmente que “es demasiado pronto para hacerlo” o que “los chicos y chicas ya pasan demasiado tiempo ante la pantalla”.

Los alumnos que sí reciben una enseñanza de informática le ponen a esa formación una nota bastante baja (un 6,3) mientras que sus padres lo valoran ligeramente mejor (un 6,7). Los que no se muestran satisfechos con esa formación lo hacen sobre todo por falta de medios materiales y por la baja cualificación de los profesores. Llama especialmente la atención que cerca de un 20% de los alumnos encuestados responda que “no ven la utilidad práctica a la enseñanza de esta asignatura”.

El informe también destaca que las familias con rentas más altas están más predispuestos que las de renta baja a aceptar la inclusión de la informática en los planes de estudio.

También en este aspecto se detecta una brecha de género porque los trabajos tecnológicos no están considerados socialmente como atractivos para las mujeres.

Actualmente en España el 97% de las aulas posee conexión a internet, pero solo el 67% dispone de sistemas digitales interactivos. En los centros públicos de enseñanza hay aproximadamente 3 alumnos por cada ordenador y disponen de menos entornos virtuales de aprendizaje (un 67,9%) que en los centros privados (un 71%).

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