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NO TIENEN DÓNDE IR

Ocho familias se amontinan en Salou por el cierre del camping en el que viven

El dueño se lo comunicó a finales de enero y les dio de plazo hasta el jueves. Las grúas se están llevando módulos en los que no hay gente, pero algunas personas se niegan a cambiar de sitio. Algunos llevan 30 años viviendo allí.

Lucía vive en una caravana en un camping en Tarragona, pero este espacio hecha el cierre y ahora tiene que marcharse.

Hay 20 familias afectadas, doce de ellas han llegado a un acuerdo con la dirección pero ocho se han amotinado porque no tienen dónde ir.

El propietario del camping ha demandado a algunos de esos residentes y asegura que la mitad no pagan desde hace tiempo. "Les hemos ofrecido trasladarse a otro camping y corremos con los gastos o quien quiera irse a una vivienda cercana, le pagamos la fianza, el primer mes de alquiler y los honorarios de la inmobiliaria", argumentan.

Las familias dicen que esas propuestas no son suficientes porque quieren "ir a otro lugar en las mismas condiciones".

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