Lucía vive en una caravana en un camping en Tarragona, pero este espacio hecha el cierre y ahora tiene que marcharse.
Hay 20 familias afectadas, doce de ellas han llegado a un acuerdo con la dirección pero ocho se han amotinado porque no tienen dónde ir.
El propietario del camping ha demandado a algunos de esos residentes y asegura que la mitad no pagan desde hace tiempo. "Les hemos ofrecido trasladarse a otro camping y corremos con los gastos o quien quiera irse a una vivienda cercana, le pagamos la fianza, el primer mes de alquiler y los honorarios de la inmobiliaria", argumentan.
Las familias dicen que esas propuestas no son suficientes porque quieren "ir a otro lugar en las mismas condiciones".