Galicia

El juez archiva el 'caso Déborah' y su muerte queda sin resolver 22 años después

Tras recibir los resultados de las pruebas de ADN, descartan que coincida con el de su exnovio.

Déborah Fernández, una muerte sin resolver

Déborah Fernández, una muerte sin resolverCedida por la familia

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El cadáver de Déborah Fernández-Cervera apareció en la primavera de 2002 en una cuneta del municipio de O Rosal, en Pontevedra. Su familia había denunciado diez días antes que no había vuelto a su domicilio, en Vigo, a 40 kilómetros de donde fue hallado su cuerpo.

La investigación estuvo repleta de pistas falsas, pruebas erróneas y, según denuncia la familia, irregularidades por parte de las autoridades. “La justicia no ha funcionado y un asesino sigue libre”, ha dicho en las últimas horas Rosa Fernández-Cervera, hermana de Déborah.

Tras años luchando por mantener el caso abierto, la magistrada del juzgado de instrucción número 2 de Tui, en Pontevedra, ha acordado el sobreseimiento de la causa al no encontrar indicios suficientes contra el único investigado en todo el proceso, el exnovio de Déborah. Han pasado más de dos décadas desde el suceso y, aunque la decisión es recurrible, la familia de la joven ha anunciado que no van a solicitar que se reabra el caso ya que el proceso ha quedado lastrado, aseguran, por las negligencias y fallos en la investigación. “La Justicia no ha hecho nada por resolverlo, todo lo que se ha hecho hasta ahora ha sido por iniciativa de la familia”, ha dicho la portavoz.

Denuncia la familia de la víctima que las contradicciones en las declaraciones del exnovio de Déborah han sido constantes a lo largo de todo el proceso. Llegó a declarar hasta cuatro veces en el año 2002 pero nunca en calidad de investigado hasta 2022, y la inspección de su vehículo no se realizó hasta mucho tiempo después. Además, pudieron probar que el ordenador de Déborah fue manipulado y por eso, tras archivarse el caso como muerte natural, la familia logró que se reabriese en 2019. Ahora, de nuevo, queda sobreseído.

Esto ha ocurrido después de que el ADN del exnovio no coincida con el comparado por la investigación. Era esta la última de las diligencias pendiente y tras conocerse los resultados, la familia de Déborah ha anunciado que no pedirá la reapertura de la causa. “Hemos tenido que pagar económicamente, psicológicamente… Y hemos dicho que hasta aquí”, ha explicado Rosa Fernández-Cervera. Este, parece, será el último episodio de este caso.

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