Restaurante

La historia de Miguel González, el hostelero más longevo de Madrid: "A ver si me dan la medalla del trabajo"

A sus 83 años, Miguel sigue regentando uno de los restaurantes con más solera del barrio de Chueca, en Madrid. Originario de la comarca de Sanabria, se encuentra en una forma física impecable. Su afán es ofrecer cada día la mejor cocina tradicional que él mismo prepara desde hace casi 7 décadas, cuando aprendió de su prima el arte gastronómico.

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A sus 83 años, Miguel sigue regentando uno de los restaurantes con más solera del barrio de Chueca, en Madrid. Con origen en Sanabria (León) y en una forma física impecable, su afán es ofrecer cada día la mejor cocina tradicional que él mismo prepara desde hace casi 7 décadas. Miguel sigue teniendo afan por deleitar a sus comensales: "Hoy del menú del día tenemos estofado de ciervo, pues unas lentejas, lomos de merluza, lomos de bacalao, fresco, hay lomos de caballa".

"Empecé con 16 años, en la calle de Barcelona. Estaba de camarero, pero iba antes, para ver lo que estaba haciendo. Es que a mí siempre me ha gustado mucho la cocina", explica. Desde hace décadas sirve diariamente ocho primeros y ocho segundos. "Es el primero que llega, el último que se va, y hace todo. Está a pleno funcionamiento desde hace veinte o treinta años", señala su hijo José Antonio. "Ya a su edad, me gustaría estar como está él. No nos deja hacer nada. Todo lo hace él", asegura su hijo.

El restaurante de Miguel se encuentra en el corazón de Chueca. Desde que abrió sus puertas en 1971 este barrio ha vivido una transformación radical. De ser una de las zonas más conflictivas de la capital ha pasado a ser una de las más selectas y Miguel sigue siendo testigo de su transformación.

Preguntado por si piensa jubilarse pronto, Miguel tiene clara su respuesta: "Está muy bien que nos salga esta conversación porque no me jubilo a ver si me dan la medalla del trabajo".

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