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Las grandes verdades del Camino de Santiago: todo lo que debes saber para preparar cuerpo y mente

Hacer el Camino de Santiago supone un gran reto que, día tras día, se irá convirtiendo en una experiencia inolvidable. Hoy te traemos las cinco grandes verdades del Camino de Santiago. Desde su enganche hasta las lágrimas (o no) al llegar doblar la esquina y encontrarte, al fin, la Plaza del Obradoiro. ¡Deja tu huella en Galicia!

Las grandes verdades del Camino de Santiago: todo lo que debes saber para preparar cuerpo y mente

Las grandes verdades del Camino de Santiago: todo lo que debes saber para preparar cuerpo y menteAntena 3 Noticias

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Si has decidido prepararte para hacer el Camino de Santiago... ¡Enhorabuena! Aunque aún no has llegado a Obradoiro. Aquí te traemos cinco grandes verdades que te servirán de ayuda para preparar tu cuerpo y mente antes de enfrentarte a tantos kilómetros y a una aventura completamente inolvidable.

El esfuerzo físico que todos temen engancha

Lo primero: mentalízate. El Camino no es fácil pero tu objetivo es lograr llegar hasta el final, pasito a pasito, no importa lo que tardes. Lo importante es ser constante e ir logrando las pequeñas metas hasta que todas sumen.

El Camino de Santiago es una experiencia que requiere de un considerable esfuerzo físico por tu parte. Al principio se hará duro solo de pensar en tantos kilómetros pero, una vez que te calces las botas, no hay vuelta atrás.

Estás a punto de vivir una experiencia completamente inolvidable. ¡A por ello!

Dormirás en el suelo... solo si quieres

Nunca dormirás en pleno suelo, a no ser que tomes tú mismo esa decisión. Una preocupación común es la de llegar a un punto sin retorno en el que no encuentres dónde dormir. No temas: a lo largo del camino siempre encontrarás cobijo. Además de los albergues encontrarás otros muchos alojamientos. Hay desde casas rurales, pensiones, hostales o albergues privados.

Si no quieres arriesgarte siempre puedes llevar las reservas hechas con antelación.

Te cansarás de contestar la misma pregunta: ¿por qué lo haces?

Cada vez que te la hagan... ¡chupito de licor de hierbas! Te resultará hasta gracioso pero es un clásico entre los peregrinos. Quizás ni te lo has planteado aún, o es un plan que ha surgido de manera improvisada.

Conocerás a mucha gente interesante

E incluso puede que el amor se cruce en tu camino... quién sabe. Dejarás tu huella en multitud de destinos de las diferentes etapas y muchos peregrinos y paisanos se cruzarán contigo entre sonrisas, aliento de fortaleza y te tenderán su mano con la empatía por bandera. ¡Eso es el Camino!

No todo el mundo llora cuando llega a la Catedral de Santiago

No hace falta que lleves en la mochila gotas lacrimógenas ni que te pongas en tu lista de reproducción la canción más cortavenas del mundo... ¡No todo el mundo llora cuando llega al destino final! La emoción muchas veces va por dentro y la sensibilidad de cada uno es un mundo.

Los momentos que se viven frente a la Catedral de Santiago, indudablemente, son muy bonitos. Algunos se quedan en la retina para siempre. Independientemente de cómo vivas tu llegada, con o sin lágrimas, disfruta de la estampa y la emoción que inunda la plaza entre besos y abrazos de los peregrinos que han compartido kilómetros y fatiga.

Y para terminar, uno de los poemas más conocidos de Antonio Machado para motivarte. ¡Deja tu huella en Galicia!

Caminante, son tus huellas

el camino y nada más;

Caminante, no hay camino,

se hace camino al andar.

Al andar se hace el camino,

y al volver la vista atrás

se ve la senda que nunca

se ha de volver a pisar.

Caminante no hay camino

sino estelas en la mar.

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