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ENTREVISTA EN ESPEJO PÚBLICO

Un español en Turquía: "El primer sentimiento fue de incredulidad, luego vino el miedo"

Rubén García vivió desde casa con su mujer el intento de golpe de Estado. Dada la situación que está viviendo Turquía, esperaba que algo sucediera y se replantea la vuelta a España.

Muchas personas fueron testigos del golpe de Estado que sufrió Turquía el pasado viernes 15 de julio. Entre ellas, el español Rubén García que vive desde hace cinco años en la ciudad con su mujer turca. Rubén se encontraba en casa con su mujer cuando los hechos tuvieron lugar.

El español asegura que "no creíamos lo que estaba pasando. Empezaron a llegarnos mensajes de la familia. El primer sentimiento fue de incredulidad, luego vino el miedo". Cuando se produjo el intento de golpe, Rubén García y su mujer estaban viendo la televisión y conectados a las redes sociales tratando de entender lo sucedido. El joven explica que "no sabíamos qué iba a pasar".

"El primer sentimiento fue de incredulidad, luego vino el miedo"

Sin embargo, a pesar de catalogar como sorprendente lo sucedido, Rubén García manifiesta que "en el fondo no me sorprendió. Se puede decir que esperaba algo gordo", dado a la situación en la que se encuentra Turquía.

Por suerte, relata que ningún conocido sufrió daños en el golpe, pero la preocupación está presente. "Parece que la vida sigue su curso. Parece que poco a poco se vuelve a la normalidad", dice.

Para todos aquellos que tengan la intención de visitar el país, Rubén recomienda que no aplacen sus planes ya que "es espectacular". Sin embargo, el joven asegura que, dada la situación, están pensando en volver a España.

Tania da Cruz: "Nos atendieron fatal"

Por su parte, Tania da Cruz es otra testigo que se encontraba en el aeropuerto cuando los golpistas tomaron las calles. Tania lo recuerda como algo "duro, difícil. Estaba esperando para embarcar y empezaron los tiros. La gente salía corriendo en pánico".

La joven trató de salir corriendo donde sufrió golpes y caídas. Llegó hasta el hotel del aeropuerto con total incertidumbre de lo ocurrido. "Estuve más de 20 horas escondida. No sabíamos nada, nadie nos decía nada", confiesa. En medio del caos, nadie hizo más fácil la situación, más bien todo lo contrario. Tania da Cruz relató: "Había que pagar para salir. Había problemas con el visado. Nos atendieron fatal".

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