Asesinato
Una trabajadora de guardería mata a una bebé obligándole a beber sosa cáustica en Francia
La cuidadora ha confesado los hechos y justifica el crimen en que estaba "abrumada por el llanto". Desde que se conoció el asesinato, se han disparado las denuncias contra esta guardería.
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El pasado 22 de junio la noticia de la muerte de una bebé de 11 meses en una guardería sobrecogió a Francia. Fueron los bomberos de Lyon los primeros que acudieron tras la llamada de auxilio y la pequeña Lisa fue trasladada al hospital, pero los médicos no pudieron hacer nada por salvarle la vida.
La Fiscalía se hizo cargo entonces de una investigación en la que las primeras hipótesis apuntaban a que la niña habría ingerido algún "producto tóxico", lo que provocó que todos los ojos miraran a Myriam J.. Ella era la única empleada que estaba en la guardería en el momento en el que Lisa empezó a encontrarse mal.
Días después, Myriam J. fue detenida y acusada de homicidio involuntario y fue en ese momento en el que ella confesó parte de lo ocurrido. Según la versión de la cuidadora, la niña se había ensuciado la cara y por ese motivo intentó limpiarla con un producto químico, versión que no creyó la Fiscalía.
Verdadera confesión
Tal y como recoge 'Le Monde', durante el interrogatorio posterior la mujer habría confesado que roció a la pequeña de 11 meses y la obligó a ingerir el producto tóxico porque se encontraba "abrumada por el llanto de la niña". La autopsia reveló que dicha sustancia era sosa cáustica, un potente desatascador doméstico que le provocó a la niña graves quemaduras en el tracto respiratorio y pulmones que acabaron con su vida.
Según la legislación francesa, la acusada podría ser condenada a 30 años de prisión por el homicidio doloso a una menor de 15 años.
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