Madeleine McCann
Las pruebas que demostrarían que Christian Brueckner mató a Madeleine McCann
Los investigadores localizaron seis memorias USB y dos tarjetas SD con relatos detallados de abusos, secuestros y fantasías sexuales.

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¿Qué pasó con Madeleine McCann? Esta es la pregunta que llevan haciéndose sus padres e investigadores desde que, en el año 2007, la menor desapareció mientras dormía junto a sus hermanos en un apartamento del Algarve, mientras sus padres cenaban con unos amigos en un restaurante del complejo vacacional. Esta incógnita podría estar cerca de resolverse.
Desde el inicio de la investigación el caso ha seguido diferentes líneas, teorías y sospechosos.
Entre las teorías barajadas se especuló con la muerte accidental de la niña a manos de sus padres, Kate y Gerry McCann, una idea que defendió a capa y espada el inspector portugués que condujo el caso, Gonçalo Amaral. Amaral llegó a publicar un libro con sus hipótesis y el conflicto con los padres de Maddie acabó en los tribunales.
El caso dio un giro en 2020, cuando las autoridades identificaron oficialmente a Brueckner, preso en Alemania por otros delitos, como sospechoso de la desaparición.
La Fiscalía alemana de Braunschweig trabaja con la teoría de que Madeleine murió a manos de Brueckner, que cuenta con un amplio historial de crímenes por abusos sexuales y pederastia, algunos de ellos en Portugal.
Ahora, esta teoría cobra más fuerza que nunca tras localizarse un disco duro dentro de una fábrica abandonada, propiedad de Christian Brueckner. El disco contiene archivos que indicarían que la niña murió en mayo de 2007, el mismo mes de su desaparición.
Esta fábrica fue comprada por Brueckner en 2008 por 20.000 libras, y allí se han encontrado otros objetos perturbadores, como más de 75 bañadores infantiles, bicicletas pequeñas, máscaras, armas ilegales y productos químicos.
Abusos, secuestros y drogas
Un perro policía detectó una cartera oculta que contenía seis memorias USB y dos tarjetas SD con relatos detallados de abusos, secuestros y fantasías sexuales.
En uno de esos relatos describe el rapto de una niña tras drogar a su madre. En otro incluye el abuso de una menor de cuatro años, descrita con detalle, y menciona que se sentía como "en el paraíso".
También hay imágenes explícitas de abusos a menores y conversaciones por Skype con otros pedófilos donde Brueckner hablaba de "capturar algo pequeño", según informa 'The Sun'.
Estos documentos, según el fiscal Hans Christian Wolters, representan una "prueba física" de que Madeleine murió el mismo año de su desaparición.
Un testimonio clave
Uno de los elementos más llamativos del caso es el testimonio de Helge Busching, un antiguo conocido de Christian Brueckner. En 2017, Busching declaró ante las autoridades que Brueckner le confesó haber asesinado a Madeleine McCann durante una conversación mantenida en un festival de música en 2008, poco después de la desaparición de la niña.
En ese supuesto encuentro, Brueckner habría dicho que "la niña no gritó", una frase que estremeció a los investigadores, pero cuya validez fue inicialmente cuestionada debido a la dudosa credibilidad del testigo, involucrado en delitos menores y sin pruebas materiales que respaldaran sus palabras en ese momento.
Sin embargo, el reciente hallazgo del disco duro y las memorias USB en la fábrica de Brueckner ha reforzado considerablemente la veracidad de dicha confesión.
Brueckner saldrá en libertad en septiembre, cuando termine su condena por la violación de una turista estadounidense de edad avanzada en Portugal en 2005.
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