Un turista holandés de 36 años ha sido multado con 550 euros tras ser sorprendido por la Policía metiéndose en una de las fuentes renacentistas de la plaza Navona de Roma para robar las monedas que había en su fondo. Al ver a los agentes, el sospechoso intentó ocultar el puñado de monedas que había cogido de la fuente, aunque sin éxito. El resultado es la imposición de una multa y una orden de expulsión.
El turismo es un gran invento que, a día de hoy, te permite llegar muy lejos siempre y cuando se respeten las normas. De lo contrario, puede suceder una situación como la que le ocurrió a una pareja de turistas chinos, que treparon por donde no debían y fueron multados con una cuantiosa cantidad de dinero.
Este no ha sido ni será el primer caso de actos que van contra la ley de un país extranjero. Por ejemplo, llevarse arena de una playa de Cerdeña puede suponer una sanción de 3.000 euros. Tomar como souvenir el agua de las fuentes de Yellowstone, la conocida casa del oso yogui, tiene un castigo de 1.000 euros.
Si a alguien se le ocurre sustraer las piedras de la Capadocia, Turqía, debe de tener en cuenta que puede contraer hasta 5 años de cárcel. En la India, quien pase más de tres horas en el Taj Mahal, deberá pagar de nuevo la entrada.
Pero sin duda, Venecia es la campeona de las ciudades sancionadoras. Por ejemplo, queda terminatemente prohibido acciones como comer por la calle o montar en bicicleta.
Países como China, cuyos ciudadanos tienen mala fama de turistas, ha creado una lista negra para apuntar a todos aquellos paisanos que sean denunciados por actos incívicos en otros países. La multa, no salir de China durante un año.
