Martin Shrekli, propietario de Turing Pharmaceuticals

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DE 13.50$ A 750$

Una farmacéutica aumenta un 5500% el precio de un medicamento clave contra el sida

El empresario albano-estadounidense Martin Shrekli, propietario de Turing Pharmaceuticals, se ha convertido en una de las personas más odiadas y perseguidas en las redes sociales después de comprar los derechos del medicamento Daraprim, y subir su precio de 13.50$ a 750$ por dosis. Las pastillas son consideradas como 'salva vidas' contra enfermedades como el sida y otras afecciones parasitarias.

El Daraprim es un medicamento que durante sus 62 años de vida, ha sido utilizado para la cura de afecciones parasitarias como la toxoplasmosis y es considerada crucial en el tratamiento contra el sida.

Desde su concepción las pastillas han tenido un precio económico, haciendo que sea asequible para todos. No obstante, de la noche a la mañana, el medicamento ha sufrido un incremento de precio del 5500%.
En concreto, la tableta de pastillas ha pasado de costar 13.50$ a 750$.

Los derechos del medicamento han sido comprados por Turing Pharmaceuticals, que ha sido la que ha llevado a cabo la dramática subida.

El propietario de la compañía, Martin Shrekli, de 32 años, no ha dado muchas explicaciones al respecto. De hecho, ha tenido una actitud bastante cuestionable que ha encendido la ira de los usuarios de las redes sociales en todo el mundo.

Tan solo ha argumentado que la subida se debe a que su compañía tiene que "conseguir beneficios" después de desembolsar 55 millones de dolares para comprar el medicamento. Además, también opina que las pastillas estaban por debajo del precio que debería.

Al ser preguntado por un periodista de Bloomberg sobre porque un medicamento, en el que cada pastilla apenas tiene un coste de 1$ de producción, sufre una subida tan excesiva, Shrekli le llamó "idiota" y opinó que es "un mal periodista".

La ira contra la figura del empresario albano-estadounidense no solo se ha sentido en las redes sociales, incluso el presidente Barack Obama, o la candidata Hillary Clinton, han mostrado su desacuerdo con lo sucedido.

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