Guerra Hamás-Israel

La angustia de una madre con familiares españoles en Gaza: "Le dejan beber solo un vaso de agua al día"

Unos 250 españoles se encuentran atrapados en la Franja de Gaza mientras continúan cayendo las bombas israelíes.

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La Franja de Gaza vive una de las peores situaciones de su historia. Desde el ataque de Hamás a Israel los bombardeos de Tel Aviv sobre los palestinos se multiplican. Más de 3.000 personas han muerto y en las últimas horas hemos conocido la muerte de otras 500 por un ataque de origen sin confirmar sobre un hospital. Los 250 españoles que están allí lo tienen muy complicado e intentan salir como sea. Lo que ocurre es que el paso de Rafah que comunica con Egipto sigue cerrado.

La presión internacional no ha logrado todavía crear ese corredor para evacuar a los extranjeros. Los familiares de los españoles atrapados están destrozados: "Que paren ya esta matanza que están haciendo", denuncia Lola Sayans, madre y hermana de atrapados en Gaza. "Tienen que hacer horas y horas de cola para coger un poco de pan y racionárselo, darse un trozo cada uno", lamenta la mujer.

Los españoles están atrapados sin salida y viven bajo las bombas. Amelia, la hija de Lola, aguarda a la apertura de un paso fronterizo a Egipto. "Y el agua, un vaso solamente le dejan beber en el día. Un vaso para poder tener agua para todos", dice la madre angustiada. También espera esa apertura el cónsul español honorífico en Gaza, Saláh el Sousi, que dice que "no hay ningún lugar seguro". Por el momento Jordania y Egipto han rechazado recibir refugiados, temen un éxodo masivo.

Gaza se queda sin agua

La última de las tres desalinizadoras que funcionaban en la Franja de Gaza está parada desde hace horas este miércoles por la falta de combustible y los cortes de electricidad. "Como no pueden entrar suministros de ninguna manera, Gaza se queda sin agua y pronto veremos casos de deshidratación". Así lo ha avisado este miércoles la directora ejecutiva del comité español de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos, Raquel Martín.

"Los niños, ancianos y la población más vulnerable empezará a morir de deshidratación... Nos quedamos sin comida, sin medicinas, sin combustible, sin artículos de higiene y sin ropa de abrigo... Los hospitales no pueden absorber más heridos... Ya se han practicado operaciones sin anestesia, porque no queda... Los pacientes se mueren por falta de medicinas y de agua, y todo el personal médico está exhausto", ha explicado.

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