Nicolás Redondo
El dirigente del PSOE expulsado, Nicolás Redondo, presenta su libro el día que la Ley de Amnistía da sus primeros pasos en el Congreso
Nicolás Redondo presenta su libro el día que la Ley de Amnistía pasa su primer examen en el Congreso. En la presentación ha estado acompañado por el socialista Alfonso Guerra, también muy crítico con la Ley.
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Nicolás Redondo es uno de los políticos más críticos con la Ley de Amnistía. Precisamente, la presentación de su libro coincide con el día en que la ley pasa su primer examen parlamentario con el debate de toma en consideración en el Congreso. Fue esta ley la detonante de que el que era dirigente del Partido Socialista Vasco (PSE-EE), tomara la decisión de abandonar su militancia en el partido.
A la llegada al acto de presentación, Redondo ha asegurado que era un día triste para él y que la amnistía que se está planteando poco tiene que ver con la de 1977: “Aquella fue de reconciliación y esta es de impunidad”. Durante la presentación ha continuado con el mismo discurso, con duras críticas hacia el texto: “Va a servir para dar a los independentistas mayor capacidad para imponer su pensamiento dominante”.
Su libro, 'No me resigno. Populismo, nacionalismo y los retos del socialismo español', se presenta solo un día después de Tierra Firme, el último publicado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Sánchez bromeaba durante la presentación sobre la figura del mediador, a lo que Redondo no ha querido dejar pasar la oportunidad de responder: “No sería capaz de hacer chistes sobre intermediarios, relatores o salvadores […] no soy capaz”.
Alfonso Guerra, otro socialista que no ve la Amnistía con buenos ojos
En el acto de presentación, Nicolás Redondo ha estado acompañado del socialista Alfonso Guerra, quien también se ha mostrado disconforme con la Ley de Amnistía: “La gestión de un gobierno se mide por la capacidad de cohesión de la población. Hoy se enfatiza el propósito de levantar un muro”.
Pide que no se caiga en la “hipérbole de la derecha ahora, diciendo que estamos en una dictadura”, aunque insiste en la idea de que “la convivencia se ha deteriorado a partir de que los malhechores son quienes redactan las leyes que les exoneran de sus fechorías”.
Guerra también se ha referido al bloqueo del poder judicial: “el Gobierno se ha empeñado en que la opinión pública piense que todo es un problema del PP, que no quiere hacer la renovación”. Y añade: “El PP se ha tragado que ellos son los responsables y, por otra parte, no se ha enterado de que son los jueces los que eligen a los jueces”.
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