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Leiva 'resucita' a Pereza 13 años después en el WiZink Center de Madrid

Leiva invitó al escenario del WiZink Center de Madrid a Rubén Pozo, su 'compa' de Pereza.

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Leiva activó el botón de la nostalgia en el primero de sus tres llenos en el WiZink Center de Madrid repasando algunos de sus éxitos ante 15.000 personas en el cierre de su gira 'Cuando te muerdes el labio'. No fue un concierto más, y no lo fue entre otras cosas porque decidió invitar al escenario a Rubén Pozo, su 'compa' de Pereza.

Sabía que era el momento que todos esperaban: "Ha llegado el momento bonito de la noche", adelantaba Leiva. Era como si todos hubieran dormido en "pensiones con cucarachas" y saboreado "las mieles del éxito" con una de las bandas más icónicas de su época. Era como si el WiZink fuera de nuevo el Palacio de los Deportes, prepandémico, como si viajáramos a bordo de un Delorean con Marty McFly con destino a 2011, y Rubén Pozo y Leiva fueran uno solo. Ocurrió durante cinco canciones. Cinco eternas y efímeras canciones: 'Madrid', 'Pienso en aquella tarde', 'Como lo tienes tú', 'Estrella Polar' y un apoteósico 'Lady Madrid'.

"Anteponer nuestra amistad a la música, y hoy puedo decir orgulloso que es mi hermano"

El reencuentro funcionó a las mil maravillas. Pitillos ajustados, guitarras fusionadas, público entregado. Más de uno se preguntaba por qué se despidieron en el mejor momento de sus carreras y Leiva despejó la incógnita. Decidieron "anteponer nuestra amistad a la música, y hoy puedo decir orgulloso que es mi hermano", sentenciaba el de Alameda de Osuna. Para Rubén, subirse al escenario con Leiva "es un regalo lo que ha hecho con mi banda y conmigo, pero hay un regalo especial, que es lo que vamos a tocar ahora, y tengo un poco de miedo porque seguro que la gente no lo va a lo conocer", bromeaba.

Al margen de ese reencuentro, Leiva demostró por qué el fin de Pereza no fue el suyo propio. Volvió a coger el Delorean para viajar al presente. Su carrera en solitario vive un momento dulce. 'Sincericidio', 'Guerra Mundial', 'Lluvia en los zapatos', 'Lobos', 'Breaking Bad', 'La flecha'... Son algunas de las canciones que eligió para el repertorio de esta primera despedida de gira.

"Me gustaría saludar a un amigo hermano con el que estoy compartiendo show, que es Joaquín Sabina"

En las pantallas, la silueta del flaco con sombrero ya se empieza a identificar no solo con la del Maestro Sabina, sino con la del pupilo Leiva. También se acordó de su amigo Sabina, que había ocupado ese escenario la noche anterior. "Me gustaría saludar a un amigo hermano con el que estoy compartiendo show, que es Joaquín Sabina. Me gusta todos los que sepáis el esfuerzo que lleva pagar una entrada, así que muchas gracias. Nuestro trabajo es haceros felices, así que lo haremos posible. Gracias por hacerlo posible", agradecía el cantante.

Más protagonistas. La cantante mexicana Esmeralda Escalante, que lleva dos años con la banda de gira. Fundamental en algunos temas como 'Histéricos' o 'Godzilla', esta última también con la voz de Juancho, el hermano y fiel escudero de Leiva.

Los teléfonos no dejaron de subir stories, de grabar vídeos de esos que nunca jamás se volverán a reproducir, de hacer selfies para inmortalizar la ocasión, hasta que se optó por vivir el momento. Leiva pidió a su público que dejara sus smartphones por un rato y enmudeció el WiZink con una versión de 'Vis a Vis' muy íntima. El público, como un todo, y Leiva, solo encima del escenario con su guitarra. Un concierto irrepetible, aunque el 25 y 26 de diciembre, José Miguel Conejo, así se llama Leiva, tendrá la difícil misión de intentar superarse con la traca final de esta gira en ese mismo escenario.

Este ha sido el concierto del reencuentro y la nostalgia también ha vuelto por Navidad.

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