Galicia
Investigadores gallegos tratan de descubrir cómo criar langostas en cautividad para hacer frente a su sobreexplotación
Los expertos lograron superar la fase larvaria, aunque no pudieron continuar avanzando en el proceso.
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La langosta roja es una variedad de gran calidad y valor gastronómico. En los mercados, nos encontramos variedades distintas, procedentes de diferentes mares u océanos: la americana, la rosada o la verde son otras de las más conocidas.
Pero es la langosta roja gallega la que más demandan los clientes cada temporada. No obstante, este crustáceo se enfrenta a una fuerte sobreexplotación, lo que provoca que sea cada vez más difícil encontrarlas en nuestras lonjas. Lo saben bien en las Rías Baixas gallegas, en donde la captura de este animal es cada vez más complicada.
Para atajar el problema, investigadores de la Estación de Ciencias Marinas de Toralla (Ecimat, Vigo) han tratado de avanzar en la cría en cautividad de este selecto crustáceo. Gracias a sus descubrimientos, han abierto una vía que hoy continúan entidades científicas de todo el mundo.
Las pruebas se desarrollaron a lo largo de tres años. En ese tiempo, los expertos del Ecimat pudieron completar con éxito las fases de 'filosoma', es decir, el estadio larvario de la langosta. Es la primera vez que algo así se consigue en Europa, si bien es cierto que no pudieron alcanzar el siguiente nivel: la fase juvenil.
¿En qué consistía la investigación?
El equipo de Enrique Poza, investigador del Ecimat, dedicó alrededor de 60 días a la realización los cultivos, período durante el cual era esencial supervisar el estado de las larvas, que no superaban el centímetro y medio de tamaño. Lo más complicado: la dieta de las larvas y la dificultad para encontrar personal especializado en la cuestión.
Fueron estos dos factores, finalmente, los que condujeron al final del ensayo del Ecimat, un centro de apoyo a la investigación de la Universidade de Vigo. En sus instalaciones, de hecho, continúan avanzando en otros proyectos de investigación marina.
Un centro de investigación referente
La extraña biología de la larva de la langosta es lo que provoca que su cultivo en acuicultura sea complejo. Sobre ello llevan años investigando en el Ecimat: en el año 2011, descubrieron los mecanismos que permitieron completar el ciclo larvario, superando una barrera hasta entonces impensable para los científicos.
Es por ello por lo que confían en seguir avanzando, en el futuro, en la superación de la fase juvenil, hasta completar con garantías todas las fases del cultivo de la especie.
En definitiva, una investigación compleja sobre la que solo tres laboratorios en el mundo han sido capaces de avanzar (es decir, de superar la fase larvaria). Uno de ellos es el de la Universidad de Córcega (Francia): en noviembre del 2023 consiguieron criar a siete juveniles que, en un futuro próximo, podrán ser liberados.
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