La tuberculosis es una de las enfermedades infecciosas más persistentes y más mortíferas en el mundo, que mata a entre uno y dos millones de personas cada año, por lo que los científicos han debatido durante mucho tiempo sobre sus orígenes.
Una nueva investigación muestra que probablemente la tuberculosis se extendió a los seres humanos en Africa desde las focas y los leones marinos, que llevaron la enfermedad a América del Sur y se la transmitieron a los nativos de allí antes de que los europeos desembarcaran en el continente.
"Hemos encontrado que las cepas de tuberculosis estaban más estrechamente relacionadas con cepas presentes en los pinnípedos, que son las focas y los leones marinos", sentencia la investigadora Anne Stone, de la Escuela de Evolución Humana y Cambio Social en la Universidad Estatal de Arizona, Estados Unidos.
Stone y Johannes Krause, de la Universidad de Tubingen, en Alemania, son coinvestigadores principales del proyecto, cuyos resultados se publican en 'Nature'. "Lo que encontramos fue realmente sorprendente. Las cepas antiguas son distintas de cualquier cepa de tuberculosis humana conocida".
Los investigadores encontraron que genomas de humanos de Perú que datan de hace más de mil años proporcionan pruebas inequívocas de que un miembro de la cepa de la tuberculosis causó la enfermedad en América del Sur antes de que llegaran los europeos, por lo que la cuestión que se plantearon los científicos fue qué tipos de cepas de la tuberculosis estaban presentes antes del contacto entre ambos humanos.
En el estudio, los científicos recolectaron muestras genéticas de todo el mundo y analizaron aquellas con ADN con tuberculosis, mientras emplearon avances tecnológicos de los últimos cinco años que permiten una captura más precisa del genoma a partir de muestras antiguas.
Durante los últimos 2.500 años, los animales marinos probablemente contrajeron la enfermedad a partir de una especie africana y la llevaron a través del océano a la población de la costa de América del Sur", resume Stone. Africa tiene la mayor diversidad de cepas de la tuberculosis, lo que implica que el patógeno probablemente se originó en ese continente y se propagó.
Después de que la tuberculosis se estableciera en América del Sur, pudo haberse desplazado hacia el norte y las personas de esa parte del continente se infectaron antes de que los colonos europeos llevaran nuevas cepas.