Hoy hemos conocido más detalles de su aventura, por ejemplo, que necesitó más de tres horas para cubrir toda la distancia, que sólo contaba con un chaleco y una licra y que no es la primera vez que hace algo así. Tampoco, dice, será la última.Su coche por sí sólo da fe de que nos encontramos ante todo un aventurero. Manuel le resta importancia, pero la realidad es estas imágenes han dado la vuelta al archipiélago: en ellas podemos verle recorriendo el barranco de Gáldar en un kayak hinchable.No le importó el frío, ni que se tratara de un recorrido de unos cinco kilómetros. Tampoco que para cubrirlo necesitara más de tres horas.
En zonas así, el kayak llegó a tomar una velocidad de más de 50 kilómetros por hora. Pero tanto Manuel como otro compañero que no fue capaz de terminar el recorrido, iban bien acompañados.Para Manuel, casi ajeno a todo el revuelo que se ha montado en torno a él, la verdadera noticia era que por una vez el agua corriera limpia y libre de residuos hasta esta playa. Y nos advierte: la próxima vez que llueva, habrá que volver a buscarle en los barrancos.
