Sucedió todo en minutos. Una mujer se ahogaba en la misma playa del puertillo mientras se bañaba. Poco después y unos metros más allá, en una zona de salinas, corría la misma suerte otra mientras pescaba. La segunda fue rescatada por un helicóptero de salvamento marítimo y murió en el hospital. A la primera la sacaron del agua los dueños de un bar de la zona. Se cree que podría haber sufrido un corte de digestión. El estado del mar tampoco ayudaba. De nada sirvió la bandera roja que prohíbe el baño. Y es que el experimentado marinero, ahora enfermo, suplió más de una vez la falta de socorristas. La segunda ahogada, pescaba en una zona aún más peligrosa.En zonas de acantilados es difícil que haya vigilancia, pero en la playa los socorristas de cruz roja sólo trabajan los meses de verano.Aunque el ayuntamiento reconoce que todo depende del presupuesto.
