"Ha sido muy emocionante volver a ver a mi hija tres años y medio después"

El primer día que Ximena ve a su padre tras tres años y medio separados la niña sonríe a Alfredo, que le acaba de regalar un peluche. Pero la sonrisa se borra en la siguiente visita. Ximena se cubre la cara, se tapa los oídos. No quiere escuchar a Alfredo. En las visitas está presente la abuela materna de la niña que ha ha colaborado activamente en el secuestro de la pequeña. También asiste la autora material de la sustracción de la menor. Su tía, Cristina Cavazos.

La familia de la secuestradora ha logrado colarse en los encuentros entre Alfredo y Jimena, aunque el juez que los ha ordenado estima que sólo debía estar presente un psicólogo. Por eso, Alfredo exige que nadie de la familia secuestradora participe de estas visitas. Está convencido de que la niña es coaccionada para que no establezca diálogo alguno con él.

A pesar de todo, Alfredo intenta disfrutar de la pequeña. "Ha sido muy emocionante volver a verla", ha dicho en Espejo Público, "pero todo ha quedado ensombrecido por la presencia de un montón de personas de la familia de la secuestradora que no se qué hacía allí".