450 millones de inversión enterrados en el aeropuerto de Ciudad Real

450 millones de inversión que pretendían ser la alternativa a Madrid- Barajas en un momento en el que la capital estaba saturada de vuelos. Atraer a las compañías de bajo coste que no disponían de espacio en Madrid y conectarlo con el AVE al centro de España era el objetivo. Para ello, el aeropuerto de Ciudad Real debía inagurarse antes de la ampliación del madrileño. Pero los retrasos en los permisos y las reticencias de los ecologistas por estar situado en una zona de protección para las aves Zepa retrasaron su inaguración hasta 2008.

Con un vuelo diario y frente a unas previsiones de 300.000 pasajeros anuales, el aeropuerto de Ciudad Real no pasó de los 50.000 pasajeros en 2009. Las promesas de crear 2.000 puestos de trabajo se esfumaban. Lo que iba a suponer riqueza para la zona, se convertía en una deuda de 300 millones de euros y dos solicitudes de concurso de acreedores. Todo ocurría ante los ojos de los vecinos de Villar del Pozo. Un pueblo de 110 habitantes a los cuales les fueron expropiadas sus tierras de labranza para la construcción del proyecto.

Desde que saliese a subasta la lista de posibles compradores es variopinta, desde el Ministerio de Defensa a un Fondo de Pensiones de Carolina del Norte hasta el ejército de Estados Unidos que quería convertirlo en una base americana. Hace unos meses, un grupo empresarial chino ofrecía 10.000 euros por la pista de aterrizaje, los hangares y la torre de control. Un dinero que no se acercaba ni de lejos al 70 por ciento del valor de tasación que fueron 40 millones. Por eso, la jueza abrió un plazo para presentar más ofertas. Al parecer, una empresa inglesa representada en España por un prestigioso despacho de abogados podría haber mejorando la puja.