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EL NIÑO VIVE EN GRAN CANARIA

Problemas para conseguir un billete de avión ponen en peligro la vida de un niño que necesitaba un transplante

Una pega en un mostrador pudo haber costado un trasplante... Y quizá una vida. La de un niño canario de 10 años que tenía que viajar con máxima urgencia a la península para recibir un riñón y un hígado nuevos. La compañía aérea del primer avión a esa hora les denegó el billete por estar fuera de plazo. Finalmente la familia voló con otra aerolínea.

Llevaba dos años en lista de espera para recibir un riñón y un hígado. La familia, finalmente, ha recibido la ansiada llamada y Tueya, de 10 años y sus padres han salido hacia el aeropuerto de Gran Canaria para poder llegar a tiempo al hospital de La Paz en Madrid.

El primer vuelo que salía era de una compañía de bajo coste. Les comunican que no pueden sacar billetes ya que necesitan un permiso médico. Comienzan así largas horas de agunstia. El menor realiza viajes cada tres meses para hacerse revisiones, sin problemas y sin exigirle ningún permiso. Mientras tanto los médicos se mantuvieron en contacto con la familia. Y tras una espera de dos horas, otra compañía les dio facilidades para realizar el vuelo.

El tiempo corría en su contra, si no llegaban los órganos debían implantarse en otro paciente para no perderse.

Al pie del avion una ambulancia le esperaba y en La Paz todo estaba preparado. Todo iba bien pero se tuvo que retrasar ese trasplante y esta tardanza también influyó en otros.

La Organización Nacional de Trasplantes asegura que es un caso aislado y que las compañías aéreas suelen colaborar en estos casos. La operación de Tueya duró doce horas y permanecerá en el hospital unos meses. Sus padres desean que nadie vuelva a pasar esa angustia.

 

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