Las investigaciones se iniciaron tres meses antes cuando se tuvo conocimiento de la introducción en Cartagena de una variedad de sustancia estupefaciente de gran pureza para su posterior distribución en la venta directa al consumidor.
Se identificó a varios de los presuntos responsables de introducir la droga y se comprobó que viajaban periódicamente a Madrid, Valencia y Alicante, para adquirir la droga más pura del mercado con el objetivo de "cortarla" y obtener los mayores beneficios posibles.
Cuando la policía detectó que se disponían a adquirir estupefaciente, se llevó a cabo un seguimiento a dos de ellos hasta Madrid, y se les interceptó a su regreso cuando iban a introducir el vehículo en el garaje de un domicilio.
Los agentes hallaron en un compartimento secreto de la guantera, de un paquete conteniendo 1.276 gramos de cocaína. Los ocupantes del coche fueron detenidos como presuntos autores de un delito contra la salud pública.
A continuación se registraron sus domicilios, donde se intervinieron 4.043 gramos de hachís -distribuidos en placas y 220 bellotas-, 25 gramos de metanfetamina (cristal), 29 pastillas de MDMA (éxtasis) y 35 gramos de sustancia de corte.
Finalmente se procedió a la detención de otros cinco miembros de la organización, dos de ellos cuando abandonaban apresuradamente uno de los domicilios que iba a ser registrados. Ambos tenían billetes de vuelta a su país de origen, Marruecos, y tras registrar su vehículo se hallaron 575 bellotas de hachís, 3,5 kilogramos aproximadamente.
