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UNA HORA MENOS DE SUEÑO
El cambio de hora irrita pero nos concede una hora más de luz
Esta vez nos toca dormir menos, pero a cambio ganamos una hora de luz. Quienes más sufren el cambio horario son los niños y los ancianos, acostumbrados a unas rutinas.
Cuando adelantamos la manecilla 60 minutos, debemos readaptar nuestro cuerpo y nuestra mente. El cambio horario tiene sus pros y sus contras.
La principal ventaja del cambio horario es el ahorro energético de 300 millones de euros, según el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía.
El mayor aprovechamiento de la luz solar también fomenta el deporte, y puede ayudar a practicar otras actividades al aire libre.
Pero también hay desventajas. Algunas personas tienen más problemas para adaptarse al nuevo horario: los niños y ancianos lo notan más que el resto.
Los niños están acostumbrados a unas rutinas, y con el cambio pueden mostrarse más irritables. Adaptarse les puede costar unos días.
La solución es ir acostumbrándoles gradualmente; a ellos y también a nosotros. Es mejor evitar las siestas y adelantar progresivamente el reloj, para que el amanecer sea los menos estresante y acelerado posible.
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