El Director del Programa de Epigenética y Biología del Cáncer, Manel Esteller.

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EL MOTIVO SON UNOS MICROARNS QUE SUFREN UNA INACTIVACIÓN QUÍMICA

Un equipo español descubre por qué las células tumorales cambian de aspecto

El cáncer sigue siendo una incógnita pero gracias a los investigadores del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) ya conocemos por qué las celulas tumorales cambian de aspecto.

Los tumores cambian de aspecto porque se apagan unos interruptores moleculares llamados microARNS-200s, que son los responsables de mantener el aspecto epitelial de las células, según han descubierto investigadores del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL).

Según ha informado el centro en un comunicado, los científicos, dirigidos por Manel Esteller, director del Programa de Epigenética y Biología del Cáncer, han identificado un mecanismo que explica el motivo por el que las células tumorales cambian de aspecto, un hallazgo que publica esta semana la revista científica Oncogene, del grupo Nature.

Los investigadores han descubierto que unos microARNs, del grupo llamado microARNs-200S, sufren una inactivación química para la que dejan de expresarse, y que al no estar presentes estos controladores del aspecto celular las células tumorales cambian, se estiran, dejan de inhibirse y el tumor progresa.

Según Manuel Esteller, los resultados derivados de la investigación demuestran que este es un proceso muy dinámico, y que el cambio sucede desde la aparición del tumor hasta la aparición de la metástasis. Añade, sin embargo, que si se cambian las circunstancias ambientales que influyen en estas células, el proceso se revierte.

El estudio se ha realizado principalmente en tumores de mama y colon y, además de servir para conocer mejor la enfermedad, los resultados son importantes porque permiten predecir que es posible intervenir externamente en el proceso. En este sentido, mediante tratamientos farmacológicos se podría revertir el proceso y pasar de una forma muy evolucionada del tumor a una más primitiva, lo que iría asociado a una menor progresión de la enfermedad.

Para los investigadores, igual que las serpientes, las células tumorales mudan la piel porque el cáncer no es una enfermedad estática sino que en su desarrollo acumula transformaciones para evadir las defensas naturales del organismo, adaptarse al nuevo entorno, protegerse contra la quimioterapia y radioterapia, y progresar hacia la invasión de órganos vecinos causando metástasis.

Desde el IDIBELL se ha recordado que hasta ahora se conocía poco de los mecanismos implicados en estos procesos de cambio de un tumor, y que existe una vía particularmente intrigante en la que un tumor que inicialmente presenta un estado sólido, adherido a las células cercanas (epitelial), se convierte en una masa más líquida, despegada de los tejidos anexos y más flexible (mesenquimal).

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