El bebé orangután Joss, traumatizado por su cambio de hábitat.

Publicidad

INDONESIA | PROBLEMAS POR HABER SIDO SEPARADA DE SU HÁBITAT

Las secuelas psicológicas de un bebé orangután que fue adoptado por una familia como mascota

La pequeña Joss es un bebé orangután que sufre graves secuelas psicológicas por haber sido adoptada por una familia como mascota. El animal no para de abrazarse a sí mismo. Una conducta que, según los expertos, muestra el estrés al que se ha visto sometido el primate.

Una joven hembra de oraguntán ha sido rescatada de la familia que la había acogido en Deri (Borneo occidental) por la Agencia de Conservación de Recursos Naturales. La organización destaca que el animal sufre un trauma psicológico por haber sido apartada de su hábitat y ser encerrada como mascota.

La pequeña Joss se pasa el día abrazándose a sí misma. Los expertos creen que el animal extraña el contacto que debería darle su madre", ya que los orangutanes maduran hacia los 9 años y hasta entonces deberían estar abrazados a sus madres.

Los veterinarios que han tratado a la orangután destacan que intentaron mostrar cariño al animal pero esto le estresó aun más.

El hombre que compró a Joss pagó unas 500.000 rupias (poco más de 33 euros) por su nueva mascota y desconocía que era ilegal adoptar a este tipo de animales. El pequeño primate vivió en casa con él, su esposa y sus cuatro hijos. Cuando el propietario descubrió que era ilegal tener un primate como mascota entregó él mismo a Joss a las autoridades.

Publicidad