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EDITORIAL PLANETA

Carmen Posadas corre el velo de la historia en 'El Testigo Invisible'

Carmen Posadas nos sumerge en 'El Testigo Invisible' en el apasionante mundo de la familia imperial rusa: las luces y sombras del palacio, el desfile de princesas y deshollinadores, zares y bolcheviques, lujo y miseria. Retrato de un tiempo en el que el ansia de poder justificaba las mayores atrocidades.

Hubo un tiempo en el que el ansia de poder y riqueza parecía justificar las mayores atrocidades. 'El Testigo Invisible', de Carmen Posadas, nos sumerge en el apasionante mundo de la familia imperial rusa: las luces y sombras del palacio, el desfile de princesas y deshollinadores, zares y bolcheviques, lujo y miseria.

El Testigo Invisible

Leonid Sednev, deshollinador imperial y más tarde pinche de cocina, tenía quince años la noche del 17 de julio de 1918, cuando un grupo de militares de la revolución bolchevique asesinó brutalmente a la familia Imperial rusa.

Leonid fue el único superviviente y testigo invisible de la tragedia. Mucho tiempo después un Leonid ya anciano decide recomponer sus recuerdos y comienza  este relato desde los ojos del sirviente de la familia imperial con el que recrea los últimos años del Imperio ruso y el cambio de régimen.

Carmen Posadas regresa al género de la novela histórica tras sus exitosos trabajos anteriores: La Cinta roja y La Bella Otero. Y lo hace por la puerta grande, con un trabajo de investigación y documentación: la autora ha tenido acceso a documentos confidenciales e inéditos del FBI que han sido recientemente desclasificados y que han permitido conocer una versión del asesinato de Rasputín, otro protagonista de la novela, y en cuya muerte pudo estar involucrado los Servicios Británicos.

 

 

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