Gustavo, que ha hecho creer a todos que su padre está muerto, se ve sorprendido cuando éste se presenta en su casa después de treinta años sin verle. Gustavo acepta acogerle unos días, pero se avergüenza de él porque es una vieja gloria del humor que hace chistes a costa de las minorías.
Mientras, Susana acude a una cita a ciegas y, casualmente, le toca como pareja a Tino. El encuentro supone una decepción para ambos, pero deciden seguir adelante con la cita y acaban pasándoselo genial.
Por su parte, a Eloy le pillan masturbándose en el colegio y la directora cita a sus padres. Para evitar que su madre se entere de ello, Eloy le pide a Esteban que le acompañe haciéndose pasar por su padre.
Las cosas también se complican para Chesca y Paula, que se compran un walkman a medias y no se ponen de acuerdo sobre cómo compartirlo.