La San Miguel acaba de llegar a Santa Catalina, donde se reencuentran con Becerra y todos sus tripulantes. Desgraciadamente, no hay noticias de Diego Sanabria.

Trejo le ha declarado su amor a María antes de desembarcar. Sin embargo, Mencía no está por la labor del casamiento, ya que los planes para con su hija son que contraiga matrimonio con el capitán Salazar, no con Trejo. Finalmente, María consigue su propósito y Fray Carrillo oficia una improvisada ceremonia para bendecir su matrimonio.

Alonso y Pelayo se encuentran con unos aborígenes a los que no les hace mucha gracia su presencia y menos aún que traten de robarles la comida. Salazar le pide a Alonso que no diga nada sobre el ataque de los tupíes para no poner en peligro a la expedición. El muchacho cumple su palabra, por eso cuando Ana le dice que se va a adentrar en la selva, él no duda en acompañarla. El enfrentamiento con los indígenas acarreará una nueva baja.

Todos se afanan en partir lo antes posible a San Francisco. El primer turno llega sano y salvo pero en el segundo mueren casi medio centenar de marineros y la San Miguel se hunde sin que puedan evitarlo.

Ya han pasado cinco meses y continúan en San Francisco. El enfrentamiento entre Mencía y el Capitán ha tornado en una colaboración fraterna y de ahí al amor apasionado que ninguno puede evitar. Sin embargo, el peso de las convenciones y las convicciones de Mencía le impiden culminar su relación.