Leonor trata de guardar su secreto lo mejor posible y le pide a su hermana María que no se lo cuente a nadie, ni siquiera a Miguel. Su hermana se asusta cuando con sus palabras parece querer decir que tienen en mente abortar.

Adela se sorprende cuando, hablando con Tomás, no recuerda un detalle de la vida que pasaron en común en el pasado. Entonces, Tomás le explica a Adela que desde entonces, sufre pérdidas de memoria a causa de torturas físicas y mentales.

La situación es cada vez más insostenible en la pensión de Benigna. Ante esto, la dueña llega a la conclusión de que es necesario tomar medidas drásticas para librarse de Elías.