Gerardo Tecé

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'AQUÍ ABAJO' CON GERARDO TECÉ

El palacio, el espíritu y el nonagenario

@gerardotc , Modelo y actriz. Ser humano y mejor persona. Comenta el segundo capítulo de 'Allí Abajo'

Lección de historia. Saquen papel y boli. Clínica Híspalis, lugar donde transcurren las aventuras del chicarrón norteño rodeado de nativos andaluces. La Clínica Hispalis en realidad no es un hospital, porque como ya explicamos en el artículo anterior, aquí no hay de eso. Aquí, cuando nos tienen que operar, vamos a la plaza de toros y Curro Romero con su espada se encarga de abrirnos las carnes y luego un banderillero nos cose poniendo hilos en la banderilla.

Como decíamos, la clínica de la serie es en realidad el Palacio de Monsalves, residencia de un marqués de principios del siglo pasado. El mito urbano dice que en ese Palacio pasan cosas raras. Que se escuchan ruidos, vamos. No sabemos si será verdad o no, pero lo que sí sabemos es que ya sea Sevilla, Madrid o San Sebastián, una ciudad no sería una ciudad completa sin su buen palacio con fantasma incorporado. En eso, norte y sur somos iguales.

El caso es que el paso de la serie por la ciudad va a alimentar el mito: María León (Carmen, la enfermera) asegura que en un parón del rodaje, entró al baño a hacer sus cosas, y de repente el grifo de la ducha se abrió y empezó a salir agua. Yo, que soy muy agnóstico y no creo en espíritus ni en nada que se le parezca, imagino que el del grifo sería Jon Plazaola (Iñaki), harto de que lo llamen “el despeñamadres”, intentando crear pánico en el equipo para que la serie se suspendiera y así poder pillar el autobús de vuelta caminito a San Sebastián para seguir levantando unas buenas piedras, ya que por aquí abajo como mucho puede levantar albero y, aparte de que no pesa, el polvo te deja las manos hechas un asco. Otra opción lógica para lo del grifo sería que se tratase de Mariano Peña (el señor Benjumea) echándose un cigarrillo a escondidas (aunque él asegure que no fuma desde la Expo) y se apoyara en el grifo de la ducha sin querer. Sin embargo, María León está erre que erre con que no, que allí no había nadie más que ella. Ella y un espíritu, claro, al que bautizó como la niña Rocío. Muy sevillana la elección del nombre.

Propongo desde este humilde blog que, para solucionar la incógnita de si el espíritu es niña, niño, abuelo o abuela, la dirección de la serie contrate para el siguiente capítulo a Juan y Medio, omnipresente ser mitológico andaluz presentador de todas las cosas, para que organice un debate en el cuarto de baño y salgamos de dudas. Si el espíritu es abuela, seguro que Juan y Medio se entenderá bien con ella y la señora espíritu dejará de molestar gastando agua innecesariamente.

Para acabar, un dato histórico que conecta pasado, presente, norte y sur. Está previsto que el Palacio de Monsalves, para nosotros la Clínica Hispalis, sea dentro de unos años (más o menos para cuando Iñaki ya sea socio del Betis y costalero de la Virgen de la Macarena) una ampliación del Museo de Bellas Artes de la ciudad y acoja la Colección Bellver, un conjunto de obras propiedad de un nonagenario bilbaíno afincado en Sevilla y casado con una sevillana. Noventa años y en Sevilla. Y era vasco, ¿eh? Vete mentalizando, Iñaki.

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