Personas sin hogar
El grito desesperado de Salva, el joven de 28 años que vive en el aeropuerto: "Pido que no se nos trate como a bestias"
Desde hace tres años, Salva se ve obligado a dormir en el aeropuerto de Madrid, al igual que unas 500 personas. Hoy, pide ayuda desesperadamente a las autoridades para poner fin a la violencia y a las calamitosas condiciones en las que viven las personas sin hogar.

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Unas 500 personas se ven obligadas a dormir en el aeropuerto de Madrid-Barajas. Rodeados de suciedad, basura y orines, personas sin hogar viven en condiciones terribles y, entre ellas, está Salva.
A sus 28 años, Salva está desesperado por mejorar su situación. El Covid le cambió la vida y, sumado al abandono familiar, se encontró viviendo en la calle hace casi 4 años.
"Cuando llegué al aeropuerto me encontré un sitio con luz, policías y seguridad", nos cuenta. Sin embargo, asegura que existe mucha violencia entre las personas que viven en el aeropuerto. "Yo he visto a dos personas apuñalándose", señala, "si yo he tenido miedo, no quiero imaginarme una mujer".
Allí, Salva también ha conseguido sacar cosas buenas, como amistades o personas que han querido ayudarle. Por ello, afirma que se necesita atención por parte de las instituciones de Gobierno: "No solo hay que ayudar a la gente buena, que también la hay, sino a los que hay que reinsertar".
Al ver que Salva necesitaba un trabajo para costearse un techo, nuestros compañeros de Espejo Público le han dado una oportunidad. Hoy, él puede comenzar de nuevo, pero pide desesperado ayuda para aquellos que aún no pueden hacerlo.

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