Agresor sexual
El desgarrador testimonio de la madre de una menor acosada: "Le temblaba todo, no se atrevía a decir nada"
El temor se extiende en un barrio madrileño ante la presencia de un delincuente sexual con antecedentes que estaría acosando a niñas menores de edad por sus calles.
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Hace pocas horas se conocía la noticia, que en un distrito de Madrid lleva semanas difundiéndose. Un depredador sexual estaría merodeando por las calles del distrito madrileño de Arganzuela. El pánico estaría cundiendo especialmente entre los padres de menores, que comparten con quien pueden las informaciones que circulan, que incluso van acompañadas de una fotografía del sujeto.
La noticia corría como la pólvora entre los residentes del barrio y se difundía con gran rapidez también por los chats de los vecinos. Un hombre de unos 40 años de edad estaría hostigando a menores de edad en colegios, institutos o bibliotecas de las calles de esta zona de Madrid.
Graves antecedentes
Al parecer este hombre estaría cumpliendo condena de tercer grado, régimen de semilibertad, en un centro de inserción social situado en la zona de Arganzuela. También según esas informaciones, el hombre contaría con graves antecedentes a sus espaldas, y habría violado a niñas de entre 16 y 17 años, así como que tendría impuesta una orden de alejamiento de otra joven, también menor.
La madre de una menor, a la que este delincuente habría acosado recientemente, muestra el auto de un juzgado en el que se reconoce que la vida de la hija corre grave riesgo. La mujer admite sentir una "impotencia enorme" y en el barrio se encontrarían "muy cansados, agotados, pero muy fuertes".
"Hay un hombre que me mira, y me mira mal"
La niña se habría sentido intimidada, llegando a expresar que "hay un hombre que me mira, y me mira mal". Y al día siguiente ese mismo hombre la abordaría en el metro con una pregunta aparentemente inocente, pero la joven, al ser consciente de que se trataba del mismo individuo se habría echado a temblar. Como cuenta la madre, "Le temblaba todo, no se atrevía a decir nada". La chica se vio superada por la situación y reconocía: "Mamá, fui hasta amable con él".
La madre describe la situación como "terrible". El hombre contó a la menor que vivía por la zona. La chica, ante el temor que sentía aseguró vivir lejos, pero el hombre prosiguió: "Me llamo Juan, toma mi número de teléfono y me escribes".
Continuos encuentros supuestamente fortuitos
"Probablemente este tipo le hubiera seguido más tiempo", asegura la madre, porque el individuo parecía conocer los movimientos de la chica. Por ello decidieron interponer una denuncia. En ese momento los agentes habrían afirmado no poder hacer nada al no haber habido ninguna agresión, delito o falta.
"A mi hija yo ya no le dejé ir sola a ningún sitio"
No sería la última vez que la chica tuviera que ver de cerca a este hombre. Estando de nuevo en la biblioteca, el hombre terminó por entrar en el centro, lo que hizo entrar en pánico a la chica, que llamó a sus padres pidiendo ayuda. Tras alertar a la Policía, los agentes acudieron y detuvieron al hombre.
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¿Deberían avisar las autoridades?
Estos hechos han reactivado el debate sobre cambiar la legislación para que las autoridades avisen, de alguna forma, de la presencia de una persona con semejante historial en las proximidades de lugares frecuentados por jóvenes menores de edad, como ocurriría en países como Estados Unidos.
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