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Rupturas: Por qué duelen tanto, aunque lleves poco tiempo

¿Llevando solo 3 meses de relación puedes sufrir como nunca en tu vida si se produce una ruptura? Pues sí, a veces incluso más que en las rupturas de pareja con años de duración.

Pareja discutiendo

Pareja discutiendoPexels

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Se tiende a pensar que cuanto más tiempo llevemos en una relación de pareja, más dura puede ser la caída ante una ruptura. Efectivamente, la duración de una relación de pareja es un factor importante para tener en cuenta en el proceso de duelo, pero lo larga que haya sido la relación no es lo único que va a determinar nuestro sufrimiento, sino también la fase en la que nos encontráramos en la relación en el momento en el que se haya efectuado la ruptura.

Duelo en las rupturas de pareja

Pongamos el caso de una pareja que rompe tras una relación de muchos años. Si llevamos años con nuestra pareja, la posible ruptura va a ser dura sobre todo porque ya hay una adaptación del estilo de vida a la pareja. Por ejemplo: se comparten amigos, hobbies, familia, mascotas, viviendas o vacaciones. Por otro lado, el sentimiento que se le puede tener a una persona con la que llevamos tanto tiempo puede ser profundo y puede que nunca se llegue a desvanecer al 100% ese sentimiento.

Sin embargo, esa intensidad de dolor para afrontar una ruptura de pareja con la que llevamos años de relación puede ser más llevadera si el duelo ya empezó antes de que se produjera oficialmente la ruptura. Es decir, hay parejas que llevan mucho tiempo con problemas, mucho tiempo discutiendo y esta dinámica genera mucho desgaste emocional.

En estos casos, cuando llega el momento de la ruptura puede parecer que no nos afecta y la explicación es que sí que nos ha afectado, pero ya no. El duelo ya se ha realizado.

¿Por qué duele romper con alguien con quien llevas poco tiempo?

Vamos a suponer la ruptura de una pareja tras 3 meses de duración. En ese momento se está de lleno en la etapa del enamoramiento, que puede durar entre seis meses y un año aproximadamente. Se trata de una etapa caracterizada por la pasión, la idealización del otro, la evitación de conflictos… es una etapa en la que abundan las fantasías y todo lo que nos imaginamos del futuro con esa persona es maravilloso.

Por esta razón, si estamos en esa nube y de repente nos traicionan, nos abandonan o sencillamente rompen con nosotros por la razón que sea, la caída libre desde esa nube puede ser realmente tormentosa. ¿Por qué me ha dejado? ¿Qué habré hecho mal? ¿Me habrá dejado por otra persona mejor que yo? ¿Volveré a enamorarme? ¿Volveré a encontrar a alguien así? ¿Cómo he podido fallar? Y un largo etcétera nos podría servir para enumerar la cantidad de pensamientos y preguntas negativas que pueden surgir en un momento así y que pueden llegar a hundirnos.

Qué hacer cuando se rompe una relación

Una ruptura siempre genera dolor y sufrimiento. Por este motivo como profesional de la psicología te recomiendo:

  • No saltar de una relación a otra: Es importante que nos demos un tiempo a nosotros mismos para recomponernos y para desarrollar nuestro autoconocimiento tras una ruptura. Se trata de etapas que nos pueden proporcionar mucho aprendizaje y que son necesarias para permitirnos sentir nuestras emociones. A veces, cuando se va de una relación a otra en muy poco tiempo lo que sucede es una evitación de nuestras propias emociones. ¿Pero cuánto tiempo se necesita? No hay un tiempo específico, la respuesta está dentro de nosotros en cada momento.
  • No olvidarnos de nosotros mismos: Esto aplica independientemente de que estemos en una relación o no. Es necesario cultivar el autocuidado, estemos solteros o en pareja. No debemos olvidarnos de nuestras necesidades, nuestros deseos, nuestros amigos, nuestros hobbies, nuestra familia… ni nada que tenga que ver con nuestra identidad cuando iniciemos una relación, todo lo contrario, el tener una identidad fortalecida también fomentará una relación de pareja saludable.
  • Pedir ayuda si lo necesitamos: en las relaciones de pareja salen a flote todas nuestras heridas emocionales que hemos sabido esconder bajo parches durante años. Es importante hacerles caso y no seguir cerrando los ojos cuando aparecen. Por otro lado, a veces repetimos patrones y dinámicas en todas nuestras relaciones. En esos casos también es muy importante atrevernos a dar el paso de pedir ayuda profesional y comprender la base de nuestras carencias para adquirir herramientas.
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