La primavera, la sangre altera: ¿Qué tiene de cierto?

¡Ya ha empezado la primavera! Los paisajes se llenan de colores con las plantas en floración, los días se alargan, las temperaturas son más agradables y pasamos más tiempo en la calle y con los amigos.

Y con el adiós del invierno, seguro que en más de una ocasión ya escucharemos eso de "La primavera, la sangre altera". Un refrán popular que hace referencia a esa sensación de optimismo, de tener más energía y al despertar de la sensualidad.

A raíz de esto, nos hemos preguntado si realmente la primavera y el cambio de estación afectan a nuestro cuerpo y a nuestra salud. Por eso, hemos contactado con

Nuria Casanovas, psicóloga experta en meteorosensibilidad y vicepresidenta de la Junta de Intervención Social del Colegio Oficial de Psicología de Cataluña, para que nos resuelva estas dudas.

¿Qué le ocurre a nuestro cuerpo en primavera?

Uno de los fenómenos más comunes asociados con el cambio estacional es la astenia primaveral, un estado en el que el cuerpo experimenta una desregulación que puede manifestarse en fatiga, dificultades para dormir y cambios en el apetito. Según Casanovas, este período de adaptación puede ser algo pesada para algunos individuos, aunque también trae consigo una sensación de optimismo y energía renovada para otros.

Casanovas señala que "los cambios de luz y temperatura son absorbidos por el cerebro, que regula la producción de hormonas" y de ahí nuestro desajuste corporal.

Para ponerle remedio, la experta recuerda que "es esencial cuidar nuestra alimentación durante este período para estabilizar nuestro cuerpo". Los buenos niveles de hierro y proteínas pueden ayudar a mitigar los efectos de la astenia primaveral.

Por otro lado, cuando pasamos por una situación de transición de estaciones que nos afecta, es muy importante pensar en positivo, "porque a veces hay gente que lo ve todo negro y piensa que se hundirá". Si no cambiamos este tipo de pensamiento, la problemática se intensifica y alarga en el tiempo.

¿A todos nos afecta por igual?

La sensibilidad a estos cambios de estación varía de persona a persona. Mientras algunos pueden experimentar los efectos de manera más intensa, otros pueden desconocer completamente que la llegada de la primavera es el origen de su apatía.

"Algunas personas pueden atribuir su malestar a causas externas, como el estrés laboral, sin darse cuenta de que el clima también puede influir en su estado de ánimo. Es esencial realizar una introspección para comprender cómo nos afectan estos cambios", comenta la psicóloga.

¿Cuánto tiempo es normal que dure la astenia primaveral?

La duración típica de los efectos estacionales, como la estancia primaveral, en el cuerpo suele ser breve, según nos indica la experta. Aunque es normal experimentar cierto malestar durante unos días o incluso 3 semanas, períodos más prolongados pueden indicar la presencia de otros factores subyacentes que requieren atención.

"Si los efectos persisten durante meses, es importante investigar posibles causas adicionales. Podría haber otros factores físicos o psicológicos contribuyendo al malestar", alerta.

¿La primavera aumenta el deseo sexual?

El cambio de estación de invierno a primavera también puede tener un impacto en nuestra vida sexual. Casanovas destaca que el aumento de la actividad al aire libre y la interacción social durante la primavera pueden influir en nuestra percepción de la atracción y el deseo.

"El buen tiempo nos anima a buscar actividades al aire libre y pasar más tiempo en compañía de otras personas. Esto puede contribuir al despertar de la sexualidad, tanto a nivel visual como psicológico", indica la experta en meteorosensibilidad.

Además, apunta que el hecho de que dejemos de usar abrigos, gorros y bufandas y comencemos a lucir nuestra piel, hace que seamos más atractivos para el otro.

¿Soy meteorosensible?

Finalmente, la psicóloga aborda el concepto de meteorosensibilidad, que se refiere a la capacidad de algunas personas para sentir de manera más intensa los cambios ambientales. Estos individuos pueden ser especialmente sensibles a factores como la luz, la humedad y la temperatura. "Cada parte del planeta, de la natura, desprende una energía, y hay personas que esto lo reciben de una manera muy intensa", nos explica Casanova.

¿Crees que tú eres una persona sensible a los cambios meotorlógicos? Puedes descubrirlo analizando tu cuerpo durante un tiempo, así lo explica la especialista en esta campo: "El autoconocimiento corporal es fundamental para identificar la sensibilidad a los cambios estacionales. Observar cómo reacciona nuestro cuerpo a lo largo del mes o del año puede ayudarnos a comprender mejor nuestras propias necesidades y adaptarnos adecuadamente".

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